Como suele suceder cada vez que los números no le gustan al Gobierno (lo que suele suceder muy a menudo, vale resaltar), la reacción vino por el lado de las restricciones y los cepos, algo a lo que Alberto Fernández y sus secuaces nos tienen más que acostumbrados, y el Banco Central (BCRA) anunció más limitaciones para cercenar el acceso de la población al dólar.
En abril, una familia tipo en la Ciudad de Buenos Aires necesitó percibir ingresos de por lo menos 119.742 para no ser considerada en situación de indigencia, y de 208.569 para no quedar bajo la línea de pobreza.