Con una trayectoria en redes sociales desde 2012, Liz nunca se vio como una típica influencer, sino como una amiga para sus seguidores. Compartía contenido sobre belleza, maquillaje y estilo, siempre con un enfoque cercano, respondiendo mensajes y valorando a su comunidad.

Su esposo la describió como una persona curiosa, amante de los animales pequeños y con una creatividad única que inspiraba a todos. Su última publicación, el 3 de junio, mostró su entusiasmo por la moda al compartir una selección de gafas de sol.

La partida de Liz generó una ola de mensajes de despedida en las redes. Amigas como Nancy Tsai, con quien compartió viajes a Singapur, Los Ángeles y Tokio, y su colaboradora Hannah Yang expresaron su profundo dolor y cariño.

“Espero que puedas seguir sonriendo de corazón”, escribió Tsai, mientras que Yang confesó seguir extrañándola. La comunidad de Liz continúa recordándola por su dulzura y la belleza que aportó al mundo, dejando un vacío en las plataformas donde brilló por más de una década.