Por la licenciada Patricia Martínez (*)
Si bien hablar de duelo siempre es difícil, las técnicas de reproducción asistida nos confrontan a diario con el tema. Según el psicoanálisis, el duelo es un proceso natural que se sufre ante una pérdida importante, proceso que nos permite elaborar lo sucedido y nos prepara para convivir con la ausencia.
Todos los duelos tienen cinco fases: la primera es de shock que se caracteriza por el corte que implica el devenir o la vida que la persona estaba transitando. En este punto el duelo marca un antes y un después. La segunda etapa es la ira, primera reacción frente a la perdida, también conocido como enojo. La tercera es la negación, donde se empieza a elaborar lo perdido. Es la etapa quizás más larga del duelo y la verdadera pieza de elaboración psíquica. La depresión o resignación es la cuarta, donde se observan los mayores altibajos emocionales y la tristeza domina el cuadro. Por último, la quinta fase del duelo es de aceptación, donde se admite la pérdida inexorable del objeto y se reconstruye la realidad con nuevas coordenadas.
Un duelo normal tiene síntomas afectivos como la tristeza, el llanto y el enfado, fatiga, cansancio, y también pueden observarse síntomas cognitivos como los autorreproches y la preocupación excesiva. En algunos casos, aparecen síntomas fisiológicos como el sueño y la pérdida del apetito. Para algunos autores, los duelos se vuelven patológicos cuando se extienden demasiado tiempo, algunos hablan de 6 meses mientras que otros, más de un año.
El diagnóstico de Infertilidad o la falta de embarazo implica diferentes pérdidas a la que se enfrentan los pacientes en tratamientos:
- Pérdida de la posibilidad de tener un hijo biológico.
- Pérdida de satisfacción física, sexual y emocional.
- Pérdida de la espontaneidad y sensación de fracaso constante.
- Pérdida de pertenencia a un grupo social.
Ante este contexto, nos preguntamos: ¿cuáles son las diferentes situaciones diagnósticas por duelo que pueden presentarse durante los tratamientos de fertilidad?
- Duelo genético: es la aceptación de una técnica de reproducción asistida con donación de gametas, lo que implica la pérdida del lazo genético e ilusión de un parecido físico.
- Duelo gestacional: ocurre en el terreno de la gestación por sustitución e implica la aceptación de no concebir en el útero propio como primera cuna y matriz del hijo por venir; renunciar a la experiencia física y emocional de un embarazo, a la del nacimiento y de la lactancia.
- Duelo en aborto espontáneo a repetición: si bien tiene las mismas fases que los demás duelos, pueden tener particularidades que complican el proceso. Además, suelen tener consecuencias psicológicas como trastorno depresivo entre un 20 y un 55 por ciento de las mujeres que transitan. Por otro lado, se sabe que las mujeres que lo sufren, constituyen una población de riesgo con 4 veces más posibilidades de sufrir algún trastorno del estado de ánimo.
Algunas particularidades a mencionar: es un acontecimiento brusco e inesperado, se trata de una pérdida no visible y no se puede vincular al ritual del funeral ni despedida.
Muchas veces pasa desapercibido en el ámbito familiar y social, lo que comporta falta de apoyo ya que es un duelo silenciado.
Sin lugar a dudas, la intervención psicológica en el proceso de duelo favorece el afrontamiento de un nuevo embarazo o tratamiento de reproducción asistida, ya que ayuda a dar lugar a los sentimientos y emociones alrededor de la pérdida que, en cada caso, será singular en función de la historia subjetiva de cada mujer y de cada pareja; y, por supuesto, de la ilusión y expectativas puesta en ese embarazo en dónde confluyen sentimientos y emociones además de aspectos inconscientes.
(*) Psicóloga (MN 24.411) especializada en Fertilidad y acompañamiento de pacientes en Tratamiento de Reproducción Asistida en Halitus Instituto Médico.








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