Por la doctora Paola Caro (*)
Tras el mayo más frío de la historia ya pocos días del comienzo del invierno, resulta importante conocer los efectos de la falta de la luz solar en el estado de ánimo y saber que la poca luz del sol es el principal factor que determina la aparición de trastornos del estado de ánimo, como la depresión estacional, una depresión específica relacionada a los cambios de estación.
Esto sucede porque la exposición al sol es el factor fundamental de producción y metabolización de la vitamina D, la cual a su vez es imprescindible para la producción de serotonina, motor que regula los estados de ánimo junto a otros neurotransmisores.
La vitamina D regula una enzima que convierte el triptófano en serotonina. Este es un punto importante, ya que estudios científicos han demostrado que la carencia de vitamina D puede aumentar en un 75 por ciento el riesgo de sufrir depresión.
Por otro lado, la llegada del frío también puede modificar la disminución de la actividad física y provocar el aumento de la sensación de desgano o depresión. Entonces, la inactividad producida por los factores climáticos puede resultar en un proceso de retroalimentación que contribuye a perpetuar la percepción de tener poca energía.
Para minimizar todos estos efectos del clima en el estado de ánimo se recomienda mantener una rutina de actividad física, realizar ejercicio en forma regular y alimentarse de manera equilibrada.
También intente que los ambientes del hogar sean más luminosos, abra las ventanas, expóngase al sol de 15 a 20 minutos por día y visite plazas o parques.
Además, es importante mantener el contacto social y familiar o afectivo y, si de ser necesario, buscar ayuda profesional especializada.
(*) (MN 113.445) Directora médica de vittal.








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