Panorama Político Nacional
El escenario

Karina Milei y Santiago Caputo devoran al "Dinosaurio" presidencial

El prescindente Javier Milei está servido en la mesa para que el asesor Santiago Caputo y la secretaria general Karina Milei se lo mastiquen. (Dibujo: NOVA)

Desde los pasillos de Balcarce 50 hasta los cafés de la zona de Puerto Madero, la conversación política transcurre hoy en torno a una idea incómoda para el presidente: no es él quien lleva las riendas, sino su propia mesa chica.

En ese reducido círculo de poder, Karina Milei y Santiago Caputo no solo brillan: opacan al mismo fundador de La Libertad Avanza (LLA).

Una Secretaria General con sabor a CEO

Karina Milei, nombrada Secretaria General de la Presidencia el 10 de diciembre de 2023, cimentó un perfil tan apabullante como el de un director ejecutivo. Desde esa cartera, coordina la Unidad de Gabinete de Asesores, regula la Casa Militar y controla la agenda presidencial hasta el más mínimo detalle.

Quienes la conocen dicen que sus reuniones matutinas, antes reservadas para Javier Milei y un puñado de colaboradores, se convirtieron en un filter en el que ella decide qué llega (y qué no) al escritorio de Balcarce 50.

El ministro del pensamiento que eclipsa al jefe

Mientras tanto, Santiago Caputo se mueve en las sombras con la etiqueta de Asesor del Poder Ejecutivo Nacional, pero su influencia se extiende mucho más allá de un rol con firma sin despacho propio.

A quien lo define, lo califica como el verdadero arquitecto de la estrategia política: diseñó el relato de campaña, controla la comunicación caliente en redes sociales y actúa como nexo directo con las áreas de inteligencia y recaudación.

A tal punto llega su poder que en La Libertad Avanza ya lo llaman el verdadero presidente en la sombra.

Se comen al "Dinosaurio"

En los despachos de algunos ministros y de varios gobernadores alineados con el oficialismo, la expresión se repite sin pudor: Karina y Caputo se comen al "Dinosaurio".

Con ello aluden a la figura mediática de Javier Milei, faro indiscutido durante la campaña, pero convertido ahora en un actor secundario en su propia gestión.

La mesa chica no solo filtra las iniciativas: también impone sus propias definiciones sobre nombramientos, políticas de comunicación y hasta estrategia legislativa.

¿Un Gobierno bicéfalo?

El fenómeno genera cada vez más cuestionamientos internos: ¿Existe un Gobierno bicéfalo? ¿Puede un Presidente gobernar eficazmente si no decide ni el color de sus corbatas?

Los críticos de La Libertad Avanza ven en esta dinámica una contradicción grave: proclamar libertad individual mientras se concentra el poder en dos operadores de confianza.

Para los más escépticos, es la prueba de que Milei no estaba preparado para cumplir con su promesa de desburocratizar el Estado.

El desafío de recuperar el protagonismo

Frente a este cuadro, el desafío de Javier Milei es mayúsculo. Fuentes cercanas al Presidente aseguran que él no ha perdido el control, sino que ha delegado por confianza absoluta.

Sin embargo, en un clima político cada vez más polarizado, todo indicio de debilidad corre el riesgo de amplificarse. La pregunta que se plantean en los pasillos oficiales es sencilla: ¿Logrará Milei recomponer su figura como líder indiscutido o terminará siendo el invitado de honor en su propio gobierno?

La crónica de hoy no se trae al calor de los rumores, sino de la palpable realidad de un poder en tres puntas, donde la cabeza visible ha quedado eclipsada por las sombras de quienes habitan el centro del tablero.

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