Lejos de tratarse de una difamación sin sustento, la información ya había sido deslizada hace tiempo en círculos cercanos y en redes sociales, acompañada por testimonios y comportamientos que nunca pudo desmentir.

Uno de los episodios más recordados, y comentados, fue su actitud con el propio hermano en un lago, en una escena que recordaba más a La Laguna Azul que a una reunión familiar.

El escándalo estalló cuando la usuaria libertaria Fer Oria publicó un tuit con una acusación directa y sin filtro. Desde entonces, Mengolini dice haber recibido cientos de mensajes, aunque lo que realmente la sacudió fue ver su propia medicina servida en bandeja.

Porque lo que le duele a Julia no es que la insulten: es que ahora le pagaron con la misma moneda. Años atrás, en pleno prime time de C5N, fue ella quien acusó sin dudar a Javier Milei de estar “enamorado de su hermana Karina” y se despachó con una clase de antropología improvisada sobre el tabú del incesto.

El prescindente no dejó pasar la hipocresía: “Decime que sos parte del periodismo basura sin decirlo”, escribió desde su cuenta. Y remató: “Parece que cuando ella pega con sus mentiras está bien, pero cuando le viene el vuelto llora y quiere ir a la justicia”.