
Surinam se convirtió este lunes en el primer país de la región amazónica al recibir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la certificación de que está libre de malaria. Este hito histórico se produce después de casi 70 años de compromiso por parte del Gobierno y el pueblo de Suriname para eliminar la enfermedad en sus vastas pluviselvas y sus distintas comunidades.
“La OMS felicita a Surinam por este logro notable”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. "Esta certificación es una poderosa ratificación del principio de que todas las personas, con independencia de su nacionalidad, origen o estatus migratorio, merecen tener acceso universal al diagnóstico y tratamiento de la malaria. El firme compromiso de Suriname con la equidad en la salud sirve de inspiración para todos los países que se esfuerzan por alcanzar un futuro sin malaria".
Congratulations, #Suriname!
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) June 30, 2025
You've made history as the first country in the Amazon region to earn #malaria-free certification from @WHO!
This success is the result of nearly 70 years of tireless efforts by health workers, the government, and the people of 🇸🇷.
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Con este anuncio, la OMS ha certificado como libres de malaria a 46 países y 1 territorio , incluidos 12 de la región de las Américas.
“Surinam hizo lo que debía para eliminar la malaria: detectó y trató rápidamente todos los casos para prevenir la propagación involucrando a las comunidades”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina Regional de la OMS para las Américas.
"Esta certificación es el reflejo de años de esfuerzo sostenido, especialmente para llegar a zonas remotas. Significa que las generaciones futuras pueden crecer libres de esta enfermedad potencialmente mortal", añadió.
La OMS otorga a un país la certificación de que se ha eliminado la malaria cuando este demuestra, más allá de toda duda razonable, que se ha interrumpido la cadena de transmisión autóctona en todo el territorio durante al menos los últimos tres años.
Amar Ramadhin, ministro de Salud de Surinam, declaró: "Estar libre de malaria significa que nuestra población ya no corre el riesgo de contraer esta enfermedad. Además, la eliminación de la malaria tendrá efectos positivos en nuestro sector de la salud, impulsará la economía y mejorará el turismo".
"Al mismo tiempo, somos conscientes de que, para mantener este estatus, tendremos que llevar a cabo una labor de vigilancia continua. Debemos seguir adoptando las medidas necesarias para prevenir la reintroducción de la malaria. Estamos orgullosos de que nuestras comunidades estén ahora protegidas, y esperamos dar la bienvenida a más visitantes a nuestro hermoso Suriname, al tiempo que seguimos plenamente comprometidos con la tarea de salvar estos logros que tanto esfuerzo nos han costado".
El camino de Surinam hacia la eliminación
Los esfuerzos de Suriname para controlar la malaria comenzaron en los años 50 del siglo XX en las zonas costeras del país, densamente pobladas, y consistían, en gran medida, en el rociado de interiores de las viviendas con DDT, un insecticida y tratamiento antipalúdico. En el decenio de 1960, las zonas costeras habían quedado libres de malaria, y la atención pasó a centrada en el interior boscoso del país, donde vivían distintas comunidades indígenas y tribales.
Aunque el rociado de interiores tuvo éxito en las zonas costeras, sus efectos fueron limitados en el interior del país ante el predominio de construcciones tradicionales de estilo abierto que apenas ofrecen protección frente a los mosquitos. En 1974, las labores de control de la malaria en el interior del país se delegaron en Medische Zending, el servicio de atención primaria de salud de Suriname, que contrató y capacitó a trabajadores de la salud de las comunidades locales para que ofrecieran servicios de diagnóstico precoz y tratamiento.
El aumento de las actividades de extracción de minerales, en particular la extracción de oro, que a menudo implica desplazamientos entre zonas donde la malaria es endémica, provocó un aumento de los casos, que superaron los 15.000 casos en 2001, la tasa de transmisión de la malaria más elevada de las Américas.
Desde 2005, gracias al apoyo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, se amplió considerablemente la capacidad de diagnóstico a través tanto de mejoras en la microscopía como del uso de pruebas de diagnóstico rápido, especialmente entre los grupos itinerantes. Los tratamientos a base de artemisinina con primaquina se introdujeron en Surinam y los países vecinos a través de estudios dirigidos por la OPS en el marco de la Iniciativa Amazónica contra la Malaria (AMI-RAVREDA), con el apoyo de los Estados Unidos. Asimismo, se fortaleció la prevención entre los grupos de alto riesgo mediante la distribución de mosquitos tratados con insecticida, con financiación del Fondo Mundial.
En 2006, la malaria había disminuido entre las poblaciones indígenas, lo que llevó a Suriname a cambiar su enfoque para centrarse en las poblaciones itinerantes de alto riesgo de zonas mineras remotas. Para llegar a estos grupos, muchos de los cuales estaban compuestos por migrantes procedentes de países vecinos donde la malaria es endémica, el país desarrolló una red de prestadores de servicios contra la malaria, contratados directamente en las comunidades mineras.
Estos trabajadores comunitarios capacitados y supervisados brindan servicios gratuitos de diagnóstico, tratamiento y prevención de la malaria, y desempeñan un papel vital a la hora de subsanar las deficiencias en términos de acceso en las regiones a las que es más difícil llegar.
Surinam logró eliminar la malaria garantizando el acceso universal al diagnóstico y al tratamiento, independientemente de la condición de la población, desplegando una amplia red de trabajadores de la salud comunitaria e implementando pruebas de detección de la malaria en todo el país, incluidos en los pasos fronterizos. El último caso de paludismo de transmisión local por Plasmodium falciparum se registró en 2018, y el último caso de paludismo por Plasmodium vivax se remonta a 2021.
Compromiso sostenido en materia de liderazgo y financiación
El gobierno de Surinam ha demostrado un firme compromiso con la eliminación de la malaria, en particular a través del Grupo de Trabajo Nacional para la Eliminación de la malaria, el Programa contra la Malaria, el Fondo para la Eliminación de la malaria y la colaboración transfronteriza con Brasil, Guyana y la Guayana Francesa.
Durante muchos años, la OPS/OMS, con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, ha ofrecido cooperación técnica en la campaña de Surinam contra la malaria. Desde 2016, Surinam también forma parte de la iniciativa Eliminación 2025, en la que participa un grupo de países que, en opinión de la OMS, podrían eliminar la malaria para 2025.
El éxito cosechado por Suriname es una demostración de que la eliminación de la malaria es posible en entornos complejos de la cuenca del Amazonas y los países continentales tropicales. La certificación de país libre de malaria es clave en el avance de la Iniciativa de la OPS para la Eliminación de Enfermedades, que tiene como objetivo eliminar más de 30 enfermedades transmisibles, entre ellas la malaria, en los países de las Américas para 2030.