El columnista invitado
Advertencia

Resistencia endless

Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y performer.

Por Eduardo Sanguinetti (*),especial para NOVA

"Cuándo la vida te pesa y se pone difícil... Cuándo estás abajo y fuera del juego... Cuándo estás en la calle... Cuándo la noche cae y no puedes escapar de ti... Y los amigos no se encuentran... Comenzaré nuevamente a pensar que ha llegado nuevamente el momento de brillar... Todos mis sueños están en camino... Pero el sufrimiento está en todas partes... La vida la han construido con oscuros patrones y la ilusión de un tiempo por venir, se ha desvanecido... La humanidad no puede ir contra su ausencia de humanidad... Con decisión inquebrantable, tomaré mi vida, cuándo la oscuridad lo cubra todo... Desandar mis pasos por el camino ya recorrido, es mi destino, silbando las melodías que he aprendido..." (Fragmento de mi poemario "Cuándo...", Brogara Editora, 2025).

La era de los monstruos ya está entre nosotros. El homo sapiens no puede permanecer indiferente, debe prevalecer sobre el homo demens. La historia y la civilización humana nos lo demandan.

Olvidar lo esencial esclaviza, práctica habitual del cerdo capón, el represor Javier Milei, depredador serial de la vida en relación, armonía, paz y amor. Nada sucede a destiempo y el lenguaje es el instrumento del que hago uso y abuso, para describir la realidad obtusa que experimentamos. El 50 por ciento de la política es definitivamente repugnante, pues envenena la mente absolutamente en estado de anomia del pueblo.

En un ambiente políticamente envenenado y recalentado, el debate sensato y desapasionado sobre problemas esenciales se ha vuelto completamente imposible… Nos mantenemos en guardia contra las enfermedades contagiosas del cuerpo, pero somos exasperantemente descuidados cuando se trata de las enfermedades colectivas, aún más peligrosas, de la mente, en estado de déficit superlativo.

Los verdaderos peligros que amenazan nuestras vidas, son los actuales sistemas político-sociales eutanásicos, que afirman que no todos tienen derecho a todo, hay que depurar el sistema ¿qué significa esto?: proscripción, exilio, suicidio colectivo, convertir a la Argentina en un campo de concentración?… Si bien los políticos pueden hablar de la comunidad y el valor de la participación cívica, los gobiernos funcionan más para aislar a los individuos que para promover la relación interpersonal y la pertenencia.

Los dioses se han convertido en enfermedades; Zeus ya no gobierna el Olimpo, sino el plexo solar, y produce especímenes curiosos para la consulta médica, o trastorna el cerebro de políticos y periodistas que, sin darse cuenta, desatan epidemias psíquicas en el mundo.

En el ámbito político, «nada inteligente ocurre excepto por error en el último momento…». ¿Por qué? Porque la política está inmersa en el inconsciente colectivo y, como he mencionado ante audiencias de universidades desde hace años, «representa la psicología de masas elevada a la enésima potencia». Al igual que la filosofía, la historia, la medicina y la teología, la política "necesita comprensión psicológica y, sin embargo, (los políticos) se dejan prejuiciar y la ignoran".

La brutalidad, bestialidad y la ignorancia no tienen límites... La legitimidad importa cuando las instituciones importan. Y lo que aquí se está desmantelando es la institución misma. Provocación, una poderosa forma de desafiar lo establecido y exponer las trampas de una cultura de la cancelación.

Silencio de la sociedad, mecanismo que a través de la historia demostró eficacia para restringir libertades civiles. Silenciamiento, que perpetúa actos delictivos de gobierno totalitario, en acto de violentar, humillar, sojuzgar con crueldad sin antecedentes a una ciudadanía dócil. Terreno fértil para instalar una dictadura, represiva, neofascista, que oculta información esencial, sobre los mafiosos que a plena luz, roban, delinquen, trafican, fugan, con la ayuda de personajes siniestros, los filántropos del genocidio, que consuma en este milenio, información esencial, que jamás recibiremos, porque alguien pagó el precio del silencio...

La resistencia al gobierno de la bestia depredadora y los políticos de toda ideología oportunista, debe ser de toda la sociedad. Como profesor e intelectual debo partir nuevamente, pues ya no tengo reservas, ni en salud ni material, para seguir perseverando en mi vocación, por la que he logrado tantos logros en el exterior.

Argentina sufre la debacle y el derrumbe. La Ciencia no soporta un instante más los recortes y demás aditamentos que el tal Milei impone a los que intentan abrir el panóptico de su conocimiento, con sensibilidad, talento.

No hay espacio para mediocres, miserables, con patologías varias, que están eliminando nuestra historia, rutinas y costumbres. La miserabilidad y violencia de los ineptos parásitos no tienen límites. El mundo entero anhela la paz y se prepara para la guerra… La humanidad es impotente contra la humanidad… Si cruzamos la puerta de la sombra, descubrimos con horror que somos objeto de factores invisibles. Saber esto es decididamente desagradable, pues nada es más desilusionante que descubrir nuestra propia incompetencia…

Hay un plan articulado de vigilar, controlar y sumar adeptos al cabaret libertario... La pseudo oposición, mientras tanto sigue lanzando discursos vetustos y bien pagos, para simular descontento... El mundo ha modificado rumbos Todo es una instancia lúdica de la peor calaña.

Como he expresado en una entrevista que me realizó el periódico El Cronista el 12 de octubre de 1989: “Nadie es profeta en su tierra, al menos que se encuentre bajo tierra.”… La serie de exilios y censuras continúa, nada ha modificado el curso de los actos, elevados a voces que se silencian. El ninguneo es indignante y criminal… No olvidemos que los pueblos sin cultura no pasan a la historia.

Generación perdida, accionando nuevamente, como en la dictadura, en contragolpe constitutivo de una dictadura, travestida de democracia ficcional, que se instaló en Argentina, llevando al país a un estado de miserabilidad atroz y una posible confrontaciòn … La historia se repite en este milenio de boatos fúnebres, donde la inteligencia artificial domina, dicta y rige a una humanidad paria en vías de extinción, sin ánimos para dar el tan ansiado giro de 180 al estado de las cosas, antes que se cristalice el final de apocalipsis anunciado.

El concepto de democracia como portadora de valores dice representar: igualdad de oportunidades, derechos humanos, libre expresión, igualdad ante la ley. Hoy absolutamente desvirtuada, incluso instalada en antípodas al concepto original, podríamos hablar en este tiempo de una democracia lumpen, término que en alemán deriva de lump que significa canalla, rufián, piojoso.

Esta carencia, esta falta de una teoría de la democracia, no ha sido hasta ahora suficientemente puesta de relieve. Ello permitió, como sucedió con los gobiernos marxistas o las diferentes dictaduras en nuestra América, que los regímenes antidemocráticos se hayan aprovechado de esta falta de una teoría unificada de la democracia para presentarse como tales. Sea como democracias populares en el caso del peronismo, sea como democracias simuladas tal el gobierno del represor Milei, un digno ejemplo de un presidente lumpen. No nos engañemos, la democracia en su faz de predicar valores, no existe hoy… La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir – Y recuerden que eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer - Yo no soy lo que me sucedió. Yo soy lo que elegí ser…

(*) Filósofo (Cambridge, Inglaterra), poeta, performer, ecologista, artista y periodista argentino. Pionero en el arte performativo. Precursor del minimalismo en América Latina y del Land Art según Jean Baudrillard. Autor del "Manifiesto de los indignados contra el neoliberalismo'' año 2011. Miembro-asesor de The World Literary Academy (Cambridge, Inglaterra), "Biography of the year Award" Historical Preservation of America (1986), "Man of the Year" IBC Cambridge 2004, Honoris Universidad de Bologna, Nominado en dos ocasiones a la Beca Guggenheim. Miembro activo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).

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