Trump y Musk estallan en una guerra pública tras meses de alianza estratégica

Aunque los analistas llevaban años especulando sobre la posibilidad de un enfrentamiento entre Donald Trump y Elon Musk, pocos imaginaron que la disputa escalaría con la velocidad y agresividad que demostró esta semana en redes sociales.
Desde el intento de asesinato contra Trump en Pensilvania, ocurrido hace menos de un año, Musk había manifestado su apoyo incondicional al expresidente. Ambos habían fortalecido una relación basada en intereses políticos y económicos: financiamiento de campañas, contratos tecnológicos y una sintonía discursiva que los mantenía en la misma trinchera. Sin embargo, esa armonía se quebró.
🇺🇲 Trump y Musk protagonizaron una pelea pública en redes sociales.
— Roberto Rivera (@RobertoPsyche) June 5, 2025
1. No planean trabajar juntos. Trump declaró que "Musk no es eficaz", mientras que Musk afirmó que el "maravilloso proyecto de ley de Trump" está llevando a EE.UU. a una deuda mayor pic.twitter.com/gVoNlAlr3I
En un mensaje publicado el jueves en X, Musk afirmó que Trump ganó las elecciones “gracias a él” y lo acusó de “ingratitud”. El comentario desató una ola de reacciones que incluyó ataques cruzados, rumores de traición política y una amenaza latente: el retiro del multimillonario como principal mecenas del Partido Republicano.
Según datos de Open Secrets, Musk ha donado unos 290 millones de dólares a campañas republicanas en el último año. Una cifra que representa una fuente vital de financiamiento para el partido de cara a las elecciones de medio término en 2026. No obstante, el magnate adelantó que aportará “mucho menos” en el futuro.
El distanciamiento podría tener efectos profundos. En más de una ocasión, Musk ha demostrado estar dispuesto a jugar en las grandes ligas de la política. Este jueves, incluso, insinuó la creación de un nuevo partido político: “¿Es hora de fundar un partido que represente al 80% del centro?”, preguntó en una encuesta pública a sus seguidores.
A pesar del quiebre, la interdependencia entre Trump y Musk en términos de intereses políticos y económicos hace que una ruptura definitiva sea improbable. Pero el daño ya está hecho, y la guerra de egos promete más capítulos.