Política
Cagada monumental en La Matanza

VIDEO | Consecuencias del gatillo fácil: Bullrich defendió a un policía que le voló la cabeza a un nene de 7 años

Patricia Bullrich justificó la balacera, minimizó el estado del menor y culpó al gobernador bonaerense Axel Kicillof por la inseguridad. (Dibujo: NOVA)

Thiago Correa, un nene de tan solo 7 años, lucha por su vida en el Hospital de Niños de San Justo tras haber recibido un disparo en la cabeza. El proyectil salió del arma reglamentaria de Facundo Daniel Aguilar, un policía federal de 21 años que, estando de civil y fuera de servicio, desató una verdadera lluvia de balas en una parada de colectivo de La Matanza.

Según testigos, se escucharon más de diez disparos. Entre las víctimas del tiroteo no solo hubo supuestos delincuentes: también terminó gravemente herido un nene que estaba con su papá esperando el colectivo.

Lejos de mostrar prudencia o asumir alguna clase de responsabilidad institucional, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió respaldar al agente como si fuera un héroe. “Los responsables son los delincuentes”, dijo en conferencia de prensa. Al nene baleado le dedicó apenas una frase suelta: “Está en una situación muy difícil” y luego continuó con su habitual libreto de guerra sin matices.

Para Bullrich, el agente “actuó en legítima defensa” y hasta sugirió que el Gobierno nacional va a pedir que la causa cambie su carátula a tentativa de homicidio, en una peligrosa escalada discursiva que iguala cualquier sospecha de robo con una amenaza de muerte. "Para nosotros, el que sale con un arma a robar, sale a matar", disparó sin siquiera titubear.

Los datos oficiales indican que uno de los presuntos asaltantes, Brandon Corpus, de 18 años, murió en el acto con seis balazos en el cuerpo. Otros dos jóvenes también fueron alcanzados por las balas y permanecen internados. Uno más sigue prófugo. Pero lo que realmente evidencia el salvajismo de la acción es la situación del niño inocente que quedó atrapado en el fuego cruzado.

Fabián Correa, padre del pequeño Thiago, se mostró devastado ante los medios: "Solo quiero que recen por él, que ocurra un milagro y que vuelva con nosotros". Bullrich, por su parte, prefirió lavarse las manos y echarle la culpa al gobernador bonaerense Axel Kicillof: “Se tiene que hacer cargo”.

La causa, que por ahora está caratulada como “exceso en la legítima defensa”, está en manos de la UFI Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza. El agente Aguilar quedó detenido, pero el respaldo político desde el Gobierno nacional podría condicionar la investigación.

Mientras un nene pelea por su vida, Bullrich juega a la policía en televisión, como si los tiros no cayeran sobre los cuerpos de chicos inocentes.

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