Cómics e Historietas
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España: Paco Roca presentó una exposición en el Instituto Cervantes sobre la memoria y su obra en el cómic

Tal como indica su título, la memoria —personal, familiar, social e histórica— es el eje de esta exposición y de toda la obra de Roca.

“Estoy un poco abrumado, esto es como asistir a tu propio funeral”, bromeó este miércoles el historietista Paco Roca al subir al estrado para presentar la exposición que el Instituto Cervantes, en su sede principal de Madrid, ha organizado para repasar su extensa trayectoria en el mundo del cómic.

“Estás oyendo hablar a todo el mundo tan bien de ti que cualquier cosa puede ir a peor a partir de ahora”, añadió con humor.

Un gran foco redondo iluminaba a Roca y también el inmenso pórtico de entrada a la exposición, titulada La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca.

El acto contó con la presencia de un público numeroso y de personalidades como el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.

Antes de la intervención del historietista, ambos destacaron la relevancia de su obra y el valor de esta exposición, organizada con la colaboración del departamento de Martínez, que también impulsó la muestra sobre Jorge Semprún en la Biblioteca Nacional de España.

“Para mí y para el mundo del cómic es un paso muy importante formar parte de un lugar como este”, expresó el autor, visiblemente emocionado.

Paco Roca es también el comisario de la exposición, que gira en torno a cuatro “mapas emocionales” de su obra, dibujados especialmente para esta ocasión. La muestra reúne 70 piezas: 19 viñetas enmarcadas y 51 originales en vitrinas, incluyendo páginas, bocetos, guiones, apuntes y fotografías de referencia.

Tal como indica su título, la memoria —personal, familiar, social e histórica— es el eje de esta exposición y de toda la obra de Roca.

“Me interesa mucho la memoria porque la mía es muy mala, siempre estoy intentando recordar lo que hice la semana pasada o el año pasado”, confesó el historietista, ganador del Premio Nacional del Cómic en 2008 por Arrugas, una conmovedora historia sobre el alzhéimer.

El autor destacó además la necesidad de defender la memoria “como sociedad” y subrayó la importancia de la memoria histórica o democrática. Según explicó, existe el riesgo de que, al relegar el pasado, se pierda la conciencia de quiénes somos.

“Es nuestra identidad y somos parte de nuestro pasado. Como dijo Orwell, quien controla el pasado controlará el futuro. España, a la fuerza, se ha vuelto desmemoriada, y eso es un riesgo muy grave”, alertó.

Roca lamentó que este olvido permita que “todo quepa y se convierta en un gran embarramiento en el que no se entiende nada”. “Ahora ser fascista o franquista es lo más moderno entre ciertos chavales y eso es el gran peligro de desconocer la historia”, criticó.

La memoria histórica ocupa un lugar central en su último trabajo, El abismo del olvido, un cómic de no ficción que reconstruye la historia de la fosa 126 en el cementerio de Paterna, también conocida como “el paredón de España”, donde se estima que fueron fusiladas más de 2.000 personas.

Este libro lo realizó en colaboración con el periodista Rodrigo Tarrasa. “Partimos de testimonios y del trabajo de los arqueólogos e investigadores para intentar crear una memoria visual del horror del franquismo”, explicó el autor.

Roca insistió en la necesidad de rescatar las voces de quienes, durante cuatro décadas de dictadura, no pudieron contar su historia. “De la memoria histórica me interesa reconstruir un pasado a partir de testimonios de toda esa gente que tuvo que vivir el duelo en privado porque no podía expresarlo públicamente”, señaló. “El cómic y el arte sirven para hacer justicia, aunque sea justicia poética”.

Otros de sus cómics, como Los surcos del azar, también exploran la memoria histórica, relatando la gesta de La Nueve, la compañía de soldados republicanos españoles exiliados que ayudó a liberar Francia del nazismo. Del mismo modo, El invierno del dibujante rescata la rebelión de los historietistas de Bruguera en los años cincuenta frente a las injusticias editoriales.

En obras como Memorias de un hombre en pijama y La casa, el foco es la memoria personal y familiar. En esta última, la muerte de su padre impulsa una reflexión sobre los lazos familiares y el legado, tanto material como inmaterial. Regreso al Edén también mezcla recuerdos familiares y la historia reciente de España.

La exposición está dividida en tres partes, cada una representada por un mapa emocional. La primera se centra en la memoria histórica, con obras como Los surcos del azar y El abismo del olvido; la segunda, en la memoria como parte de la identidad, con Arrugas como obra clave para abordar el paso del tiempo y la pérdida de recuerdos; y la tercera, en la memoria familiar, destacando cómics como Regreso al Edén y La casa.

Para Luis García Montero, la exposición es “luminosa y llena de color”, una apuesta firme por la memoria. Según explicó, los ejercicios de memoria actuales “más que invitar a un recuerdo en blanco y negro, tienen que invitar al color, porque se trata de recordar sin mentiras”.

Recalcó que la memoria en la obra de Roca no consiste en “abrir viejas heridas”, sino en evocar el pasado a través de imágenes y palabras que invitan a pensar. “Las palabras también son importantes, porque en ellas cabe algo más que un simple vocabulario: memoria, olvido, miedo, justicia… todas ellas nos invitan a mirar la realidad por dentro”, concluyó.

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