Martín Vestiga, Pepe Ronista y el orden peronista de la Quinta Sección Electoral bonaerense

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
En una soleada tarde platense, el grasoso, sucio y con olor a choripán Pepe Ronista apareció sorpresivamente en la esquina de 7 y 50, justo cuando el respetado periodista Martín Vestiga caminaba absorto entre sus apuntes.
El grasoso, sucio y con olor a choripán Pepe Ronista, con su típico gesto de "acá huele a fiesta popular", se acercó tambaleante y le espetó a Martín Vestiga:
— Che, Martín Vestiga, ¿sabés cómo va a quedar la lista de senadores bonaerenses por el peronismo en la Quinta Sección Electoral? Te tiro el chusmerío caliente, directo de la parrilla.
Martín Vestiga, algo desconcertado (y protegiendo su libreta del rastro de salsa), alzó una ceja y asintió:
— Decime, Pepe Ronista. ¿Quién pica en punta?
El grasoso, sucio y con olor a choripán Pepe Ronista, con una mueca de orgullo casi tan grande como su pancita, respondió:
— Mirá, cabeza de lista va a estar Horacio Taccone, que dicen que tiene más votos que mi hermano en la última reunión de la peña (y eso ya es decir). Lo sigue la concejal marplatense Eva Ayala, esa sí que sabe moverse en cónclaves y en asados. Y para completar el trío de ataque, Daniel Ernesto Tunoni, el mismo que denuncia abandono del puerto un día sí y otro también.
Martín Vestiga, recuperando la compostura, anotaba frenéticamente en su cuaderno mientras Pepe Ronista alzaba el pulgar, orgulloso de su primicia:
— ¿Y los concejales, Pepe Ronista? — Inquirió el periodista, curioso por el dato de las bancas de Municipio.
Sin perder el ritmo, el grasoso, sucio y con olor a choripán Pepe Ronista agregó con su voz rasposa:
— Ah, eso te lo cuento ya. Encabezando la lista de concejales va a ir nada menos que Fernanda Raverta, que dicen que da más vuelta por la Quinta Sección que mi asador en pleno domingo.
Con un último manotazo al bolsillo (buscando un trozo de pan para contener el choripán que rezumaba su chaqueta), el grasoso, sucio y con olor a choripán Pepe Ronista se despidió de Martín Vestiga y se perdió entre los kioscos de La Plata, dejándolo al periodista con la pluma caliente y la libreta llena de futuro legislativo.
Y así, con aroma a choripán y spoilers políticos, finalizó este encuentro inesperado que bien podría figurar en la próxima crónica del anecdotario local.
Si nos organizamos cogemos todos
Cogemos todos, cogemos todos