Política
Suben los sueldos, bajan los principios

Villarruel se lava las manos por las dietas millonarias en el Senado

Villarruel “invita” a renunciar al aumento: cada uno decide si se llena el bolsillo.

Mientras el país se ahoga en ajustes y recortes, en el Senado de la Nación el clima es otro: los sueldos de los legisladores superan los 9,5 millones de pesos y el silencio pesa más que las convicciones. Tras el nuevo aumento aprobado por la Cámara alta, Victoria Villarruel salió a despegarse con un decreto que, más que solución, parece una lavada de manos institucional.

La vicepresidenta "invitó" a los senadores a renunciar total o parcialmente al aumento. Traducido: cada uno decidirá si se mete el incremento en el bolsillo o posa para la tribuna declarándose “austero”. La jugada, que desde La Libertad Avanza presentan como “decente”, es en realidad un pase de factura disfrazado de decencia moral.

El aumento se activó por una cláusula votada en abril de 2024, atada a la paritaria del personal del Congreso. Aunque Villarruel intentó desactivar el mecanismo, lo cierto es que nadie movió un dedo antes del cierre de liquidaciones, y ahora todos se hacen los sorprendidos.

La movida libertaria llega con comunicado incluido, donde anuncian que “renuncian al incremento”. Pero según pudo saber Noticias Argentinas, ni siquiera habían presentado los papeles correspondientes hasta hoy a la tarde. Todo suena a acting, mientras la cifra millonaria ya figura en las liquidaciones.

La pregunta que nadie contesta: ¿por qué no derogaron el aumento si tenían los votos para hacerlo? Porque, como siempre en el Senado, la transparencia es optativa y la moral se ajusta según la encuesta del día.

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