Milei y Caputo desguazaron el Procrear: adiós al sueño de la casa propia y hola a la pesadilla de alquileres impagables

El prescindente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, le dieron un hachazo mortal al programa Procrear, ese plan que desde 2012 ayudó a miles de familias argentinas a tener un techo propio.
Con la Resolución 764/2025, publicada en junio de 2025, el Ejecutivo liquidó el Fondo Fiduciario del Procrear, transfirió los créditos en curso al Banco Hipotecario y mandó los terrenos no asignados a subasta. ¿La excusa? Irregularidades y falta de controles, según una auditoría de la SIGEN. Pero, en la práctica, la decisión deja a millones sin una herramienta clave para combatir el déficit habitacional, que afecta a 3.5 millones de hogares.
Es increíble. El gobierno de Milei festeja cada vez que le quita derechos al pueblo. El PROCREAR fue uno de los planes de crédito para vivienda más exitoso y virtuoso. Más de medio millón de familias trabajadoras, de clase media, accedió a la casa propia o a mejoras. Se… pic.twitter.com/x6QSCBnRHD
— Axel Kicillof (@Kicillofok) November 12, 2024
"Procrear":
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) June 9, 2025
Porque el Gobierno avanzó con el proceso para su disolución pic.twitter.com/Qanvb8iv2k
Procrear no era cualquier cosa: entre 2021 y 2023, otorgó 65,000 créditos y permitió construir más de 4 millones de metros cuadrados, beneficiando sobre todo a familias jóvenes (85 por ciento menores de 45 años). Ahora, sin este programa, el gobierno apuesta por pasar la pelota a provincias, municipios y al sector privado, con un modelo de hipotecas divisibles (Decreto 1017/2024) que suena lindo, pero no convence.
Las provincias, muchas sin un peso, difícilmente puedan reemplazar un programa de esta escala, y el sector privado suele apuntar a proyectos para los que tienen billetes, no para los laburantes.
Y si la cosa ya estaba complicada, la derogación de la Ley de Alquileres vía DNU 70/2023 le puso más nafta al fuego. Desde diciembre de 2023, los contratos de alquiler volvieron al Código Civil y Comercial, lo que significa libertad total para propietarios: ajustes cada tres meses, contratos en dólares y cláusulas a piacere.
Según Zonaprop, la oferta de alquileres en el AMBA creció un 189 por ciento en 2024, pero no te ilusiones: los precios, aunque cayeron un 32-38 por ciento en términos reales, siguen siendo un mazazo. Un dos ambientes en CABA cuesta entre 600 mil pesos y 800 mil pesos, y los inquilinos destinan hasta el 42 por ciento de sus ingresos a pagar el alquiler, según Inquilinos Agrupados.
Esta desregulación, que el gobierno vende como una solución mágica, tiene un lado oscuro. El 62 por ciento de los inquilinos está endeudado, y el 88 por ciento dice que no sabe cómo va a pagar el próximo mes.
Con la inflación por las nubes (240 por ciento en el AMBA en 2024) y salarios que no alcanzan, la dolarización de contratos y los ajustes trimestrales son un combo explosivo. La “ley de la selva” que denuncia Inquilinos Agrupados no es un eufemismo: sin regulación, los propietarios imponen condiciones que los inquilinos, desesperados, no pueden negociar.
La eliminación de Procrear y la desregulación de alquileres forman una tormenta perfecta. Sin acceso a créditos para la vivienda propia, más familias quedan atrapadas en un mercado de alquileres voraz, donde el sueño de la casa propia se diluye y el alquiler se convierte en una soga al cuello.