Trump, el mejor aliado de Xi: cómo el magnate reavivó el nacionalismo chino y le dio a Pekín su enemigo perfecto

La reciente escalada de tensiones entre Estados Unidos y China ha sido catalizada por las políticas agresivas del expresidente Donald Trump. Sus medidas han fortalecido el nacionalismo chino y consolidado la figura de Xi Jinping como líder indiscutible en el escenario internacional.
Durante su mandato, Trump implementó aranceles significativos a productos chinos, desencadenando una guerra comercial que afectó a ambas economías. Estas acciones permitieron a Xi Jinping presentar a Estados Unidos como una amenaza externa, unificando al país en torno a su liderazgo y desviando la atención de problemas internos como la desaceleración económica y las restricciones por la política de “cero COVID” .
La retórica confrontativa de Trump y su enfoque unilateral en política exterior han sido aprovechados por el gobierno chino para reforzar su narrativa nacionalista. Este contexto ha permitido a Xi Jinping consolidar su poder y proyectar una imagen de fortaleza frente a la presión extranjera.
A medida que las relaciones entre ambas potencias continúan deteriorándose, las acciones de Trump han tenido el efecto contrario al deseado, fortaleciendo la posición de China en el ámbito global y proporcionando a Xi Jinping el adversario perfecto para consolidar su liderazgo.