“Me siento como una hierba acuática a la deriva, sacudida por el viento y la tormenta”, expresó, apelando a una expresión tradicional china que refleja incertidumbre y pérdida de control.

La joven había mantenido la esperanza de estar a salvo de las recientes restricciones. Primero, el gobierno de Trump anunció la cancelación de un programa que permitía a instituciones como Harvard admitir estudiantes internacionales, aunque la medida fue bloqueada judicialmente. Luego, Washington suspendió las citas de visa para todos los estudiantes extranjeros, generando una ola de incertidumbre global.

Chen se enfrenta ahora a un futuro incierto. “Si finalmente no consigo la visa, probablemente me tomaré un año sabático. Luego esperaré para ver si las cosas mejoran el próximo año”, dijo. Pero incluso obtener una visa válida ya no representa garantía alguna. “Pueden retenerte en el aeropuerto y deportarte”, advirtió.

“El daño es para todos los estudiantes chinos”, concluyó. “La única diferencia es cuán malo es para cada uno”.