Martha Verigua
Ex participante que ama lo ajeno

Martha Verigua y la "Tatiana" de GH

Martha Verigua. (Dibujo: NOVA)

Siempre detrás de las primicias de la farándula, la política y el mundo del espectáculo está Martha Verigua, una intrépida periodista de NOVA que nunca se toma descanso cuando de cholulaje y otras yerbas se trata. Curiosa, inquisidora y reflexiva: esas son sus principales características.

Te cuento, soy Martha Verigua, cronista de barrio y amiga de las historias que corren por los pasillos de cualquier escuela o plaza. Hoy voy con un chisme que tiene a todos hablando: Martina Pereyra, esa ex participante de Gran Hermano (GH) que hasta salió en la tele, parece haberse ganado fama de “Tatiana”. Sí, como dicen en el barrio, de meterse donde no la llaman.

Cuando llegué al café de la esquina, nadie me saludó con un “buenas”, fue un murmullo continuo de nombres y romances rotos: “¡Esa chica se metió con la novia de mi primo!”; “¿Viste que anduvo con el ex de la vecina?”; “Se está haciendo la inocente pero es puro cartel“. Y así, entre un sorbo de café con leche y otro de medialuna, salió el apodo: “Tatiana”, que aquí usamos para la que mete la cuchara en relaciones ajenas.

Me contaron que el mote no es nuevo. Vuelan historias del colegio, de los recreos y de los patios: cuentan que una vez en el secundario, a Martina la “molieron a palos”, como dirían algunos, por haberse acercado al novio de una compañera. Imaginate el tumulto en el aula: risas, empujones, algún tirón de pelo… y Martina saliendo con moretones y la reputación marcada para siempre.

Hoy, desde su paso por la casa de GH, la cosa no cambió: cada chico o chica que estuvo cerca de ella asegura que Martina aparece de la nada en los grupos de WhatsApp para “interesar” a la pareja que creen segura.

El barrio comenta que no hay relación que sobreviva cuando Martina se le cruza en el camino. Y aunque ella lo niegue con una sonrisa de selfie bien ensayada, la bola sigue rodando.

Así que ya sabés: si en tu manzana alguien se entera de un nuevo amorío, mantente alerta. Porque, como bien afirman en las charlas de pasillo, si Martina Pereyra asoma el ojo, puedes apostar que la cosa va a terminar hecha un lío… y ella, de nuevo, convertida en la “Tatiana” de turno.

Lectores: 419

Envianos tu comentario

Nombre:
Correo electrónico :
Comentario: