





Flor Gallardo tiene 21 años, vive en la ciudad de Corrientes y estudia la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Pero además, es modelo y reina nacional de la Revolución Argentina, un título que la llena de orgullo y compromiso.
“Así me conocen todos, como Flor Gallardo”, dice con una sonrisa y deja en claro que la sencillez no se negocia. Sus primeros pasos en el modelaje estuvieron cargados de entusiasmo, y fue en JB Models donde encontró algo más que una formación profesional: “Lo que más disfruto es el compañerismo. Es un lugar donde me siento parte de una familia que se apoya y se motiva mutuamente”.
El modelaje, asegura, la ayudó a organizarse, a enfocarse y a crecer no solo como profesional, sino también como persona. “Me impulsa a cuidarme y me abrió muchas puertas, me permite conocer gente nueva y aprender constantemente”.
En su corta pero intensa carrera ya participó de desfiles regionales que le sirvieron para ganar seguridad y descubrir lo que significa verdaderamente el trabajo en equipo. Su ídola es Gigi Hadid, “por su carrera internacional, pero sobre todo porque se mantiene auténtica y cercana pese al éxito”.
Cuando no está entre pasarelas, libros o compromisos como reina, Flor disfruta de la lectura y de pasar tiempo con sus afectos: “Esos momentos me recargan, me devuelven el equilibrio”. Y aunque tiene metas claras —terminar su carrera universitaria y seguir creciendo en el modelaje— hay un sueño que le quita el sueño: ser la octava Reina Nacional de la Revolución Argentina. “Sería un honor representar todo lo que nos hace únicos como argentinos”, dice convencida.
“Si algo aprendí es que no hay edad ni momento perfecto para empezar: hay que animarse y dar ese primer paso. Siempre agradecida, siempre con la esencia intacta. Eso es lo que nos sostiene cuando el camino se pone difícil”.