En su actual temporada con él Al-Nassr, donde lleva anotados 24 goles y su equipo se ubica tercero en la Liga Profesional Saudí, Ronaldo muestra que aún conserva su olfato goleador.

Sin embargo, consciente de que su retiro está cada vez más cerca, el cinco veces ganador del Balón de Oro busca un proyecto que le permita mantenerse vinculado al fútbol desde un rol dirigencial. Según trascendidos, el Valencia, un club con seis títulos de LaLiga y una rica tradición, sería su objetivo, aunque actualmente pelea por evitar el descenso, una situación que el portugués ve como una oportunidad para revitalizar al equipo.

El Valencia, bajo la gestión del empresario singapurense Peter Lim, quien ostenta la mayoría accionaria desde 2014, vive el peor momento de su historia reciente. Lejos de sus días de gloria, cuando disputaba finales europeas y se codeaba con los gigantes del fútbol español, el club ché acumula deudas, descontento entre los aficionados y una irregular campaña deportiva. Este contexto sería clave en la estrategia de Ronaldo, quien, según fuentes cercanas a la operación, habría puesto como condición para la compra que el equipo esté en una situación de vulnerabilidad que facilite la negociación.

Para concretar esta operación, que se estima rondaría los 400 millones de euros, Cristiano contaría con el respaldo financiero del príncipe Mohamed Bin Salman, una figura influyente en Arabia Saudita y vinculada al desarrollo del deporte en la región. Sin embargo, el principal obstáculo sería convencer a Peter Lim, conocido por su resistencia a ceder el control del club pese a las críticas de la afición valencianista. Lim, que adquirió el Valencia en una operación que prometía estabilidad, pero derivó en años de conflictos internos, no estaría dispuesto a vender fácilmente, lo que obligaría a Ronaldo a presentar una oferta irresistible.

El interés del portugués no solo responde a una ambición personal, sino también a su intención de dejar un legado fuera de las canchas. Durante su carrera, Ronaldo ha demostrado una mentalidad ganadora y una capacidad única para reinventarse, características que podría aplicar en la gestión deportiva. De concretarse, su llegada al Valencia podría significar un punto de inflexión para un club que necesita recuperar su identidad y competitividad.