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Crisis humanitaria en Gaza

La ONU advierte sobre un deterioro extremo de las condiciones en Gaza tras el bloqueo de ayuda

A un mes del corte en el suministro por parte de Israel, se agrava el hambre, la falta de agua y el desplazamiento de civiles en medio de nuevas ofensivas militares.

Un mes después de que Israel suspendiera el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza, la situación en el territorio ha alcanzado niveles críticos. Agencias de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y residentes locales alertan sobre un deterioro humanitario extremo, marcado por el aumento del hambre, la escasez de agua potable y condiciones insalubres en los campamentos de desplazados.

El empeoramiento coincide con una nueva ofensiva de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), lanzada en marzo, que ha intensificado la violencia en la región y ha incluido órdenes de evacuación masivas. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), más de 280.000 personas han sido desplazadas en las últimas dos semanas y dos tercios del territorio de Gaza han sido declarados zonas restringidas o intransitables.

La ayuda fue cortada por Israel con el objetivo de presionar a Hamas para la liberación de rehenes y establecer nuevas condiciones para un alto el fuego. Además, el gobierno israelí sostiene que Hamas intercepta y desvía parte de la ayuda que ingresa al enclave, una acusación que fue respaldada por autoridades estadounidenses en mayo pasado.

Mientras tanto, las condiciones sanitarias se deterioran: las pulgas infestan los refugios improvisados, el agua es casi inexistente y la inseguridad alimentaria se extiende como una epidemia. Las organizaciones humanitarias advierten que, sin una reactivación urgente del suministro, el colapso social y sanitario será inminente.

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