El Papa Francisco sorprendió a los fieles en la Plaza San Pedro tras semanas de recuperación
Este domingo, el Papa Francisco volvió a mostrarse en público al asistir por sorpresa a la misa del Jubileo de los Enfermos, celebrada en la Plaza San Pedro del Vaticano. El pontífice de 88 años fue trasladado en silla de ruedas y con oxígeno, luego de atravesar un cuadro de neumonía bilateral que lo mantuvo aislado e internado durante más de un mes.
Según confirmó el Vaticano, el Papa ingresó a la plaza acompañado por colaboradores cercanos, recibiendo aplausos y muestras de afecto por parte de los fieles presentes. Aunque no dio un discurso completo, alcanzó a saludar con un “Buen domingo a todos. Muchas gracias”, evidenciando aún signos de debilidad.
Minutos antes de su aparición, el Papa se había confesado, orado y cruzado la Puerta Santa en la basílica de San Pedro. La misa fue presidida por el arzobispo Rino Fisichella, quien leyó un mensaje escrito por el propio Francisco. En él, el pontífice compartió su experiencia con la enfermedad y habló sobre la importancia de la empatía y el cuidado hacia quienes padecen problemas de salud:
“Comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás”, escribió.
En el mismo mensaje, citó palabras de Benedicto XVI y criticó la cultura del descarte: “Una sociedad que no acepta a quienes sufren es cruel e inhumana”. Además, pidió mejorar las condiciones laborales del personal de salud y reforzar la inversión en sanidad pública, en especial para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Desde la Santa Sede también se difundió el texto del Ángelus dominical, que el Papa no pudo pronunciar en esta ocasión.
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