Marcelo Cosentino, de actor a director teatral: "Aprendizaje en el escenario, es estar a disposición del otro"





De actor a director y de director a docente. Marcelo Cosentino lleva una carrera construida a fuerza de pasión, búsqueda y autenticidad. Con una larga trayectoria en el teatro y la televisión, hoy encuentra en la dirección y en la enseñanza un nuevo lugar desde donde seguir contando historias. En diálogo con NOVA, nos compartió sus inicios, sus aprendizajes y sus próximos desafíos.
Aunque sus primeros pasos fueron como actor y trabajó intensamente en televisión, su vocación lo fue llevando hacia otro camino. "Venía trabajando mucho en televisión, estudiaba teatro y empecé a dirigir espectáculos en el off mientras estudiaba en lo de (Agustín) Aleso", recordó.
El gran salto llegaría en 2006 con “Mutando, reanimado”, su primer espectáculo comercial como director, protagonizado por Nicolás Vázquez. "Después hice ‘Codicia’, ‘Closer’, y ya ahí me dediqué de lleno a la dirección", aseguró.
El reconocido director detalló: “La segunda fue ‘Codicia’, con Luis Ziembrowski, Alejandro Awada, Facundo Arana, Oscar Alegre, Federico Olivera… un elenco impresionante” y agregó: “La verdad que fue medio difícil, tenía 31 o 32 años, y dirigir a esos monstruos me intimidaba un poco”. Sin embargo, el resultado fue exitoso, y con el tiempo fue ganando confianza.
“Después vino ‘Closer’ con Mariano Martínez, Marcela Kloosterboer, Araceli González, Nacho Gadano. Fue una temporada corta por distintos motivos, pero también fue muy bien. Luego dirigí a Gerardo Romano, Muscari y Carolina Papaleo en ‘Pirañas’, y así seguí. A medida que fue avanzando el tiempo ya fui tomando seguridad”, contó.
Cosentino también se dedica a la docencia, y allí encuentra otra forma de vincularse con el teatro, sin las presiones del circuito comercial. “Normalmente durante el año montamos varios espectáculos en el taller. La forma en la que lo abordamos es que durante las clases se me ocurre hacer algo o algún grupo me propone hacer algo, y ahí, en lugar de ser docente, asumo mucho más el rol de director”.
Ensayan fuera del horario de clase y aprovechan para explorar textos más arriesgados: “Nos permite bucear en materiales que básicamente no son comerciales. Por eso también me gusta tanto, porque no tenemos la presión de vender muchísimas entradas ni que alguien gane o pierda dinero. Es muy satisfactorio poder hacerlo con los alumnos”, explicó Marcelo.
Entre sus obras favoritas en cuanto al texto, destaca ‘Las brujas de Salem’: “Me gustó mucho porque hablaba de una sociedad fragmentada donde todos se acusaban”.
Sin embargo, a la hora de elegir las obras, Marcelo no busca fórmulas de éxito sino conexión personal. “Normalmente busco materiales con cosas que me atraviesen a mí en ese momento. Si pensás en qué va a ser un éxito o qué no, la pifiás, porque no hay una receta. Veo lo que me resuena por algún motivo y lo encaro”.
Uno de esos montajes fue ‘La casa de Bernarda Alba’, actualmente en cartelera, y otro ejemplo reciente fue ‘Instantáneas’, una comedia breve que tuvo apenas cuatro funciones pero dejó una gran experiencia colectiva. “Fue hermosa. Era una obra que hablaba sobre desencuentros en parejas y en familias, donde todos mienten, ocultan, y fue muy divertido porque la gente se reía mucho de sus mentiras, básicamente. Y fue un placer enorme hacerla”.
A lo largo de su carrera, aprendió que la clave en el escenario está en el vínculo humano. “Aprendizaje en el escenario es estar a disposición del otro. Aleso decía que en el teatro todo es mentira: el decorado, la escenografía, las luces… todo, todo es mentira. Menos el otro”.
Como todo artista, hay proyectos que aún sueña con concretar. “Me quedaron muchas ganas de hacer ‘Macbeth’ y ‘Rey Lear’ en algún momento de mi vida”. Además, agregó: “Con Pacino me gustaría trabajar”.