Datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revelan una realidad económica tétrica y cada vez más insostenible para los jubilados que perciben el haber mínimo en Argentina.

Una de las principales preocupaciones radica en la desvalorización del bono de 70.000 pesos que complementa el haber mínimo. Si bien el haber jubilatorio general ha experimentado un aumento real del 7,6 por ciento desde noviembre de 2023, beneficiando principalmente a quienes se encuentran por encima de la escala mínima, la situación para los jubilados que perciben el haber mínimo es distinta.

Según el IARAF, estos jubilados sufrieron en marzo una pérdida del poder adquisitivo del 5,4 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior. La clave de esta pérdida reside en el congelamiento del bono. Mientras que el haber en sí se ajusta, el bono permanece estático, perdiendo valor real mes a mes debido a la inflación. De hecho, el estudio del IARAF señala que entre marzo de 2024 y marzo de 2025, el valor real del bono cayó un 36 por ciento.

En marzo, el ingreso total de un jubilado con la mínima fue de 349.121 pesos, compuesto por 279.221,71 de haber y 70.000 de bono. Este análisis demuestra cómo la falta de actualización del bono impacta brutalmente en el poder adquisitivo real de este grupo vulnerable.

Si bien el IARAF destaca que "desde mayo de 2024, el haber supera al previo del inicio de la gestión de Javier Milei," también advierte sobre una caída real en marzo, con una disminución del 1,4 por ciento entre febrero y marzo de 2025, debido al salto inflacionario.

La comparación con años anteriores también es reveladora. El reporte señala que "el haber jubilatorio tuvo una tendencia descendente desde el año 2017," llegando a un piso en febrero de 2024, con un poder adquisitivo un 62 por ciento inferior al promedio de 2017. Aunque se ha recuperado, aún se encuentra un 42 porcentual por debajo de ese promedio, evidenciando la erosión acumulada a lo largo del tiempo.

El IARAF prevé que el gasto real en jubilaciones y pensiones no contributivas aumentará un 11 por ciento en 2025 en comparación con 2024. Esto, según el instituto, podría obligar al Gobierno a reducir el gasto en otros rubros, como los subsidios a la energía, para mantener el superávit fiscal.

Con estos indicadores, la situación de los jubilados que perciben el haber mínimo en Argentina bajo la administración Milei presenta una realidad crítica. La inflación persistente y el congelamiento del bono complementario erosionan su poder adquisitivo real, dejando con meras migas de la torta a los adultos mayores.