En consecuencia, los 2,25 billones que se inyectarán al mercado quedarán en manos de fondos de inversión y entidades financieras. Estos actores, que enfrentan retiros de ahorristas para comprar dólares tras la flexibilización de restricciones cambiarias a personas físicas, mantendrán parte de esos fondos líquidos.

Esta dinámica intensifica la presión dolarizadora y alimentará expectativas de devaluación o mayor demanda de bienes, lo que podría impactar los precios durante la semana.

Por ello, el escenario económico se complica para el Tesoro, que hasta el martes pasado contaba con 3,9 billones de pesos depositados en el BCRA como respaldo para pagar intereses de las Letras Fiscales de Liquidez (LeFIs), cuyo stock ascendía a 2,59 billones. Sin embargo, en la licitación del jueves, la Secretaría de Finanzas, liderada por Pablo Quirno, intentó renovar 7,5 billones de pesos, pero solo cubrió el 70 por ciento, dejando un déficit de 2,25 billones que se afrontará este lunes.

Ante este panorama, el mercado ya había advertido las crecientes dificultades del Gobierno para refinanciar la deuda, pese a que el Tesoro acortó plazos y elevó tasas de interés a lo largo del año. Hasta ahora, los vencimientos pendientes se cubrían con fondos obtenidos a mediados de 2023, cuando el Ejecutivo absorbió las Leliq del BCRA y las reemplazó por LeFIs, trasladando al Tesoro el costo de la esterilización monetaria que antes asumía el banco.

No obstante, la liquidación progresiva de las LeFIs por parte de las entidades financieras, en busca de liquidez, redujo drásticamente los depósitos del Tesoro en el BCRA hasta niveles críticos.

Esto llevó al Gobierno a incumplir su compromiso de diciembre de 2023 de no recurrir al financiamiento del BCRA, optando por usar los 11,7 billones de pesos de utilidades contables generadas en 2023, en parte por un cambio en la valuación de los títulos públicos y la eliminación del costo de esterilización.

En detalle, el balance del BCRA reportó ganancias por 19,4 billones en 2023, de las cuales 7,7 billones de pesos se capitalizaron y el resto se transfirió al Tesoro. El Ministerio de Economía aclaró que “los fondos puestos a disposición del Gobierno Nacional serán depositados en la cuenta del Tesoro en el BCRA, con efecto monetario neutro, y tendrán como destino exclusivo la eventual cancelación de deuda del Tesoro”. Este lunes, el Ejecutivo comenzará a monetizar esos 2,25 billones para saldar los vencimientos no renovados.

La estrategia del ministro Luis Caputo para mostrar un superávit fiscal financiero, basada en emitir Lecaps que capitalizan intereses en lugar de pagarlos, ha incrementado el volumen de las licitaciones y el riesgo de una crisis de deuda en pesos. En la última licitación, el Tesoro intentó extender plazos para aliviar la presión en mayo y julio, pero el mercado prefirió la Lecap más corta, con vencimiento en agosto, adjudicándose el 41 por ciento de la renovación a una tasa superior a la del mercado secundario.

Mirando hacia adelante, el Tesoro enfrentará vencimientos por 16 billones de pesos en mayo, 14 billones en junio y 30 billones en julio, aunque este último incluye LeFIs en manos de organismos públicos que facilitarían la renovación.

Si el mercado no acompaña y los vencimientos no se refinancian, la cuenta del Tesoro en el BCRA, que tras el pago de este lunes quedará en 13,4 billones de pesos, podría no ser suficiente para cubrir menos del 50 por ciento de los compromisos del próximo bimestre, agravando la incertidumbre económica.