
Siempre detrás de las primicias de la farándula, la política y el mundo del espectáculo está Martha Verigua, una intrépida periodista de NOVA que nunca se toma descanso cuando de cholulaje y otras yerbas se trata. Curiosa, inquisidora y reflexiva: esas son sus principales características.
¡Hola, queridísimos lectores! Les habla Martha Verigua, su cronista de espectáculos favorita, con el cotilleo más jugoso de la farándula deportiva. Prepárense porque esto arde más que el asado del domingo a la tarde.
Resulta que la bella y polémica Chiara Mancuso, sí, la heredera de nuestro inolvidable Alejandro Mancuso, se paseó más cerca de la cancha que un delantero en tiempo de descuento. ¿Con quién? ¡Con nada menos que algunos galancetes del Club Atlético Huracán!
Pero, para qué andarnos con vueltas: el nombre que retumbó en los pasillos del Ducó fue el de Marco Pellegrino, ese defensor que tiene más musas detrás que hinchas en la tribuna. ¡Y vaya si hicieron de las suyas!
Imagínense la escena: Chiara con su perfume de autenticidad, Marco con su camiseta sudada (y no precisamente de entrenamiento), y un "affaire" que hizo vibrar hasta a los muñecos del sommelier.
Dicen que hubo cenas clandestinas, mensajes encriptados por WhatsApp y miraditas que decían más que un gol en el último minuto. ¡Ay, cómo corrían los rumores en los vestuarios, señoras y señores!
Pero esperen, que aquí no termina el culebrón. Nuestra protagonista tiene un ex llamado Nicolás, un joven que, según él, la dejó porque "era demasiado tóxica".
¡Tóxica! Como si fuese un refresco dietético. El asunto se puso picante cuando Nicolás, convencido de que había cerrado ese capítulo, comenzó un nuevo romance.
Mal hecho, querido. Porque Chiara, con su carácter volcánico, no lo tomó nada bien: al enterarse, la señorita le envió un ultimátum digno de película de Hollywood. "O terminas esa relación o te prendo fuego el local de ropa", fue su amable propuesta de reencuentro. ¡Tomen nota, diseñadores y maniquíes de la ciudad!
Yo, Martha Verigua, quedé con la mandíbula en el suelo y el lápiz temblando. ¿Quién necesita telenovelas cuando la vida real ofrece tramas como estas? La próxima vez que crucen al Huracán por la calle, no se sorprendan si ven a Chiara asomada en la vidriera, buscando lanzar miradas incendiarias.
Y así, entre amores furtivos, camisetas empapadas y amenazas ardientes, se escribe otro capítulo inigualable del espectáculo nacional. Les cuento todo en exclusiva, sin filtro y con una risita pícara. ¡Hasta la próxima, cotillas empedernidos!