En absoluto hermetismo y a pocos días del inicio de mayo, Maximiliano Abad y Mauricio Macri acordaron verse el próximo viernes 2 de mayo en un despacho ultrasecreto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

La reunión, pactada fuera de la agenda oficial de Juntos por el Cambio (JxC), promete revolucionar los pasillos de Propuesta Republicana (PRO) y desatar una nueva ola de especulaciones sobre el futuro del espacio.

Según fuentes cercanas a la tropa de Abad en la Quinta Sección Electoral, fue justamente ese grupo de dirigentes quiénes instaron al senador a llamar al ex Presidente tras su incendiaria intervención en el Plenario del PRO en Mar del Plata.

Allí, Macri había reclamado un "refresh" urgente para rejuvenecer el bloque y sentar las bases de cara a las legislativas de 2025, frase que resonó como un cañonazo entre la dirigencia.

Se espera que en el cónclave se definan cuestiones clave: la posible incorporación de figuras jóvenes, la estrategia para disputar bancas provinciales y ajustes en la línea ideológica para atraer al electorado moderado. El choque de visiones entre la vieja guardia y los aspirantes a renovación será, sin duda, el plato fuerte del encuentro.

Mientras tanto, en los patios del radicalismo bonaerense y el PRO ya se escuchan los primeros murmullos: unos aplauden la iniciativa de Abad para oxigenar la coalición, otros temen que el pulso macrista termine de fracturar al espacio. ¿Renovación o ruptura definitiva? Todo se sabrá tras el cara a cara más guardado del año.

Caputo primereó a Karina en la Octava Sección Electoral

En un movimiento que ha desatado un terremoto político en la Octava Sección Electoral, Santiago Caputo habría decidido apostar fuerte al ubicar a Isidro Bonicatto, referente de Universitarios de La Libertad Avanza (ULLA), como cabeza de lista para diputado bonaerense.

La jugada, que algunos califican de audaz y otros de irresponsable, pone sobre la mesa la renovación generacional que promete sacudir los cimientos de la política tradicional.

Pese a su juventud y relativo anonimato fuera de las filas estudiantiles, Bonicatto se ha ganado fama de estratega eficiente y de orador carismático entre los militantes universitarios.

Sus seguidores aseguran que encarna el “espíritu rebelde” de La Libertad Avanza, mientras que sus detractores denuncian falta de experiencia y lo acusan de ser un títere de Caputo. Sea como fuere, la designación ha desatado una ola de debates y especulaciones en pasillos legislativos y redes sociales.

Para los especialistas en campañas electorales bonaerenses, la designación de un candidato tan joven es un riesgo calculado: puede atraer al voto fresco de los sectores estudiantiles y descolocar a la oposición, pero también dejar expuesta la estructura de LLA en caso de tropiezos o errores de campaña.

Además, la jugada de Caputo, actual armador político de la coalición, demuestra su intención de imponer en la provincia un perfil más combativo y disruptivo, alineado con el estilo de Javier Milei pero con un toque universitario.

Mientras tanto, en la Octava ya se escuchan los primeros murmullos de rivalidad interna: viejos dirigentes de LLA advierten que la movida podría profundizar grietas y desatar una pulseada por el control de los recursos de campaña.

Con las Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) a la vuelta de la esquina, la apuesta de Caputo y Bonicatto será la prueba de fuego para medir si la fuerza libertaria puede verdadermante dar el salto generacional sin fracturarse.