Hasta ahora, esa tarea estaba bajo la órbita del vocero presidencial Manuel Adorni, pero el Gobierno decidió que era momento de otro enroque familiar. Desde ahora, será el subsecretario de Asuntos Presidenciales, Darío Lucas (quien responde a Karina) quien organizará todo lo que salga al aire desde la Casa Rosada, incluso coordinando con Comunicación y Medios en temas de protocolo.

La idea de “concentrar y optimizar funciones” no es nueva en este gobierno, especialmente si se trata de concentrarlas en manos de Karina.

Ya en febrero, tras el papelón de la entrevista de Javier Milei con Jonatan Viale, en la que irrumpió el asesor presidencial Santiago Caputo para frenar preguntas incómodas, se le había otorgado el control de toda la cobertura audiovisual de las actividades del Presidente.

Ahora, con esta nueva atribución, la hermana presidencial también manejará qué se transmite, cómo y cuándo. ¿Quién necesita una jefa de prensa cuando tenés una hermana multitasking con vía libre?

Con cada decreto, el gobierno de Milei va tomando forma: cada vez más cerrado, más familiar y menos institucional. Porque si hay algo que parece molestarle al oficialismo es el descontrol... pero de la narrativa.