La decisión se tomó en paralelo a la difusión de su mensaje de condolencias, donde intentó mostrarse conmovido por el fallecimiento de quien fuera cardenal de Buenos Aires y máxima figura de la Iglesia Católica a nivel mundial.

El Presidente afirmó: "Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz", y añadió: “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”. Sin embargo, sus palabras contrastan con los múltiples ataques públicos que lanzó contra el pontífice en el pasado, a quien llegó a calificar como “el representante del Maligno en la Tierra”.

Se espera que el mandatario viaje acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el canciller Gerardo Werthein y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo, quien recibió la confirmación del fallecimiento desde Roma durante la madrugada argentina. La comitiva, reducida pero simbólicamente contundente, expone una vez más la centralidad de su círculo íntimo en todas las decisiones del Gobierno.

Además del viaje, el oficialismo anunció la suspensión de todas las actividades políticas de La Libertad Avanza, incluidas recorridas callejeras y un acto previsto en La Plata que iba a ser encabezado por Milei, su hermana y otros referentes bonaerenses como Sebastián Pareja.

La medida fue presentada como un gesto de respeto, aunque para muchos observadores evidencia una forma de capitalizar políticamente un hecho luctuoso a escala mundial, con un repentino cambio de tono en relación con una figura que fue objeto de ataques directos y sistemáticos por parte del propio Presidente.

Mientras tanto, el país atraviesa una grave crisis económica y social, con indicadores que empeoran día a día, y un gobierno que, frente a la muerte de una figura religiosa global, vuelve a mostrarse más preocupado por el impacto simbólico de sus gestos que por el ejercicio efectivo de la gestión.