Del soporte al protagonismo: la logística como ventaja competitiva en el sector Oil & Gas

Por María Santos (*)
El sector de Oil & Gas se consolida como uno de los pilares clave del comercio exterior argentino. Según un reciente informe de Alpes Energy, durante 2024 las exportaciones energéticas superaron los 9.600 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 22,3 por ciento contribuyendo significativamente al superávit comercial nacional. Este avance no solo reafirma el potencial estratégico de Vaca Muerta y otras cuencas productivas, sino que también pone en evidencia el rol crucial que cumple la logística en esta transformación.
La logística es uno de los eslabones más críticos y menos visibles de la industria del Oil & Gas. Si bien la conversación alrededor de la industria suele centrarse en la exploración, extracción o precios internacionales, detrás de cada pozo operativo y cada refinería funcionando hay una red logística altamente especializada, que permite que todo ese sistema no se detenga. Desde el transporte especializado de hidrocarburos hasta la gestión aduanera y el almacenamiento fiscal, cada eslabón logístico aporta eficiencia, previsibilidad y competitividad internacional a la industria energética argentina.
En un sector donde los márgenes de error son mínimos, los desafíos logísticos son enormes: desde el transporte de materiales peligrosos y cargas sobredimensionadas, hasta la gestión de inventarios en entornos remotos y condiciones extremas. La complejidad se multiplica si se consideran los estrictos marcos regulatorios, tanto locales como internacionales, que exigen trazabilidad, certificaciones y cumplimiento ambiental.
Trabajar en Oil & Gas implica entender que la logística no puede ser un área de soporte, tiene que ser un socio estratégico del negocio. Los equipos y suministros deben llegar a tiempo, con controles de seguridad exhaustivos, y muchas veces a zonas de difícil acceso.
Uno de los principales cuellos de botella para los proyectos en Latinoamérica es la infraestructura. La falta de caminos adecuados, los límites de capacidad portuaria o los tiempos aduaneros inciertos pueden demorar operaciones críticas, generando sobrecostos que impactan directamente en la rentabilidad. A esto se suma la volatilidad de los precios del petróleo y gas, que obliga a operar con estructuras logísticas flexibles, eficientes y escalables.
En este contexto, el rol de los operadores logísticos integrales cobra una nueva dimensión. El manejo seguro de químicos, maquinaria pesada, herramientas especializadas y repuestos exige experiencia técnica, pero también una red de soporte robusta y un enfoque centrado en la eficiencia operativa. En Interborders diseñamos soluciones end-to-end que van desde el despacho aduanero hacia el transporte multimodal y el almacenamiento, todo bajo un enfoque proactivo de compliance y prevención de riesgos.
La seguridad es otro aspecto que no admite concesiones. Cada etapa de la cadena logística -desde el punto de origen hasta la entrega final- debe contemplar protocolos estrictos para proteger tanto a las personas como al medio ambiente. Esto implica capacitación constante e inversiones tecnológicas.
Por todo esto, es fundamental que las empresas del sector energético integren la logística desde el diseño mismo de sus operaciones. No se trata solo de mover cargas, sino de garantizar continuidad operativa, mitigar riesgos y maximizar la rentabilidad en un entorno cada vez más exigente. En Interborders creemos que la logística no es un costo: es una ventaja competitiva. Apostar por soluciones logísticas inteligentes, escalables y seguras es, hoy más que nunca, apostar por el futuro del Oil & Gas argentino.
(*) Desarrolladora de Negocios de Interborders.