La historia viviente
Efemérides

Licio Gelli, el arquitecto de las sombras en el regreso de Perón

La historia de Licio Gelli es la de un hombre que supo manejar los hilos del poder desde las sombras.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 21 de abril de 1919 nació en Pistoia, Italia, Licio Gelli, un oscuro personaje que tejió redes de poder en la política internacional.

El inicio formal de su intervención en política arranca con su participación en las Camisas Negras, adictas al régimen fascista. Como parte integrante del cuerpo, estuvo en España apoyando el ascenso del generalísimo Francisco Franco. Eso no fue gratuito porque un hermano suyo murió en suelo español. Culminada su misión en la península ibérica fue trasladado al Tercer Reich en calidad de diplomático.

Exiliado en Argentina entre 1944 y 1960, Gelli encontró en el país un terreno fértil para sus ambiciones. Durante esos años, estableció lazos con el entonces presidente Juan Domingo Perón y su futuro ministro de Bienestar Social, José López Rega.

La relación con Perón se profundizó en la década de 1970, cuando el líder justicialista buscaba regresar al poder tras su largo exilio en España. Gelli, como Gran Maestre de la logia masónica Propaganda Due (P2), con su influencia en el Vaticano y en los círculos financieros europeos, jugó un papel crucial en la estrategia para facilitar el retorno del caudillo argentino.

Uno de los episodios más simbólicos de esta alianza fue la mediación de Gelli para que el Papa Paulo VI levantara la excomunión impuesta a Perón por Pío XII, un gesto que allanó el camino para su regreso.

Además, el masón italiano se encargó de persuadir a sectores clave en Estados Unidos y Europa de que el retorno de Perón sería un freno al avance del comunismo en América Latina, una narrativa que encajaba perfectamente con los intereses de la Guerra Fría. También conversó con el general Alejandro Agustín Lanusse, presidente de facto que levantó la proscripción del peronismo, en 1972.

Muchos años después Gelli confesó en una entrevista que él mismo inició a Perón en la masonería. De acuerdo a su testimonio la ceremonia tuvo lugar en Madrid, en junio de 1973, días antes del regreso definitivo de Perón a la Argentina. El 19 de octubre de ese mismo año, Perón condecoró al italiano con la Gran Cruz de la Orden del Libertador General San Martín.

La influencia de Gelli no se limitó a la diplomacia. Su logia P2 funcionaba como un entramado de poder que infiltraba gobiernos, fuerzas armadas y servicios de inteligencia.

En Argentina, su relación con el ex cabo de la Policía Federal Argentina, José López Rega fue determinante para la conformación de estructuras de control dentro del gobierno peronista.

López Rega, conocido como "El Brujo", encontró en Gelli un aliado estratégico para consolidar su poder y ejecutar sus planes de represión contra la oposición.

En los años 80 el escándalo del Banco Ambrosiano, en el que Gelli estuvo implicado, reveló la magnitud de sus operaciones financieras y su capacidad para mover capitales en la sombra.

La caída del banco en 1982 expuso la red de corrupción que vinculaba a la P2 con el Vaticano y con gobiernos de distintos países, incluyendo Argentina. A pesar de los múltiples procesos judiciales en su contra, Gelli logró evadir la justicia durante años, manteniendo su influencia hasta su muerte en 2015.

Otro episodio de los 80 que puso el nombre de Gelli en las primeras planas fue la profanación de la tumba y el cadáver del tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón, en junio de 1987. Una investigación periodística vinculó al masón italiano, que habria acordado con ex represores del Proceso de Reorganización Nacional para sustraer las manos del general y hacerlas desaparecer para siempre.

Además de su papel en la política argentina, Gelli estuvo involucrado en episodios oscuros de la historia italiana, como el asesinato del ex primer ministro Aldo Moro en 1978 y la matanza de Bolonia en 1980.

Su nombre también apareció en investigaciones del parlamento italiano sobre la P2, según la cuál Gelli habría participado en el golpe militar que derrocó a Arturo Frondizi en 1962.

La historia de Licio Gelli es la de un hombre que supo manejar los hilos del poder desde las sombras. Su actuación pública dejó en evidencia cómo las redes internacionales de influencia pueden decidir el destino de un país.

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