Economía y Empresas
Exclusivo de NOVA

VIDEO | Entre insultos y derrumbes: el libre mercado de Javier Milei fracturado

La producción en el Gobierno de Javier Milei viene en plena picada. (Dibujo: NOVA)

A poco más de un año de asumir la Presidencia, Javier Milei enfrenta un paisaje económico y social marcado por promesas incumplidas, una inflación que se resiste a ceder y crecientes protestas de sectores que agrupan a millones de trabajadores.

Una inflación imparable contra la "guerra de precios"

En marzo de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) volvió a acelerarse, con un alza mensual del 3,7 por ciento y un nivel interanual que ya ronda el 55,9.

Estas cifras contrastan drásticamente con los pronósticos oficiales: apenas un mes después de levantar el cepo cambiario, Milei había vaticinado que a mediados de este año la inflación mensual caería por debajo del 1 por ciento y que en 2026 dejaría de ser un problema.

Sin embargo, al cierre de la primera quincena de abril, diversas consultoras estiman que el IPC superó nuevamente el 3,7 por ciento mensual, e incluso podrían repetirse registros similares en mayo.

Lejos de ser un “libertario puro”, el Presidente se vio obligado a intervenir en el mercado de precios cuando grandes cadenas y proveedores protagonizaron una pugna por aumentos de hasta el 12 por ciento, agravada por la fuerte devaluación del peso tras la liberación del tipo de cambio.

En una muestra de cinismo, Milei celebró la llamada "guerra de precios" con una frase soez: "Se van a meter los productos en el orto".

Pese a esta retórica de choque, el consumo minorista cayó 5,4 por ciento interanual en marzo, acumulando un retroceso del 8,6 en el primer trimestre de 2025.

Ajuste con rescate y receta FMI

Para revertir la creciente desconfianza, el Gobierno cerró en abril un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20 mil millones de dólares, destinados a respaldar la nueva flotación cambiaria entre mil y 1400 pesos por dólar.

Con este salvavidas externo, las restricciones cambiarias para personas físicas desaparecieron, mientras que las empresas siguen limitadas en el acceso al mercado de divisas, sólo pudiendo distribuir utilidades desde 2025.

Este viraje contrasta con el discurso inicial de Milei, quien prometía una apertura irrestricta del mercado de cambios y una austeridad que prescindiría de endeudamiento.

Sin embargo, la necesidad de financiamiento del exterior y la reconfiguración del cepo reflejan la debilidad de su plan económico, cuya principal meta (desinflación rápida) hoy parece inalcanzable.

Paros y protestas: la voz de los trabajadores

El descontento social se tradujo en una tercera huelga general los días 9 y 10 de abril, convocada por la CGT, que paralizó transporte, bancos y escuelas en rechazo al paquete de ajuste y la reforma laboral impulsada por el Gobierno.

Los sindicatos, que originalmente habían mantenido una tenue tregua con Casa Rosada, ahora amenazan con una movilización masiva el próximo 30 de abril, justo en el Día del Trabajador, para "frenar la reforma sindical" que consideran lesiva a sus derechos.

Mientras tanto, el Ejecutivo descalifica estas protestas como maniobras de la "casta sindical kirchnerista", acusando a la dirigencia obrera de extorsionar y ‘desinformar’ al electorado. Sin embargo, la magnitud de los paros y la adhesión en diversas provincias sugieren una fractura profunda entre el Gobierno y el mundo del trabajo.

Contradicciones libertarias: del laissez-faire al boicot estatal

En un giro poco propio de un líder que pregona el "laissez-faire", Milei exhortó públicamente al consumidor a boicotear a los formadores de precios que apliquen aumentos. Bajo el lema "si te aumentan el precio, no compres", retó a la lógica del mercado libre y avaló sanciones sociales a empresas rebeldes.

Este doble discurso (intervención directa en la fijación de precios a través de la presión pública y recortes de subsidios estratégicos) desnuda la fragilidad de su ortodoxia económica. El resultado: resignación de la inversión, caída de la producción industrial (9,4 por ciento en 2024, su peor registro desde 2002) y un panorama de desempleo y precariedad en ascenso.

Balance y perspectivas

A un año de las elecciones legislativas de 2025, el Gobierno de Milei exhibe más sombras que luces: inflación persistente, recesión en el poder adquisitivo, deuda externa que vuelve con el FMI y protestas que se extienden.

Las urnas ya reflejaron la euforia inicial, pero las calles y los números económicos señalan hoy una creciente falta de credibilidad.

El mandato de cambios radicales se topa con la realidad de una economía que no se ajusta a los manuales y de una sociedad que resiste el ajuste. El desafío para Milei no es sólo cumplir promesas de desinflación, sino convencer a los argentinos de que su modelo liberal puede ofrecerles algo más que una sucesión de pronósticos incumplidos y recortes dolorosos.

En este punto, el Gobierno corre el riesgo de quedar atrapado entre sus propias contradicciones y un malestar social que ya no se silencia en un tuit.

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