La historia viviente
Efemérides

Arturo Frondizi, el intelectual que quiso ser militar

El 18 de abril de 1995 murió el expresidente Arturo Frondizi.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 18 de abril de 1995 murió el expresidente Arturo Frondizi. De extensa trayectoria en la Unión Cívica Radical, su excelsa preparación intelectual lo llevó a convertirse en líder de un sector disidente de su partido que primero se llamó Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) y después se separó del radicalismo para formar el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).

Sus padres fueron Giulio Frondizi e Isabella Ércoli, un matrimonio de italianos residentes en Paso de los Libres, provincia de Corrientes, que tuvo trece hijos.

A pesar de tener que atender las necesidades de una familia numerosa, sus progenitores nunca dejaron de inculcar en sus hijos valores de esfuerzo y educación.

Gracias a esa sabia enseñanza, Arturo llegó a ser presidente, Silvio fue un destacado abogado e intelectual marxista y Risieri fue filósofo y antropólogo.

En su juventud se radicó en la Capital Federal para estudiar en el Colegio Nacional Mariano Moreno, ubicado en el barrio porteño de Almagro.

Al terminar sus estudios secundarios intentó ingresar al Colegio Militar de la Nación, pero fue rechazado por no superar la exigencia física.

Fue entonces cuando puso en marcha otro plan: estudiar derecho en la Universidad de Buenos Aires, de la que egresó como abogado en 1930. Al año siguiente se negó a recibir su diploma de manos del dictador José Félix Uriburu.

Frondizi comenzó su trayectoria política en abierta oposición a la Revolución de 1930. Durante ese período fue detenido dos veces por participar en manifestaciones contra el gobierno de facto.

En 1932 decidió afiliarse a la Unión Cívica Radical, pero su nombre empezó a hacerse conocido cuando due diputado nacional en el llamado "bloque de los 44", un grupo de legisladores radicales opositores al Gobierno de Juan Domingo Perón.

A partir de la caída del peronismo, en el radicalismo no había lugar para la convivencia de dos pesos pesados, como lo eran Ricardo Balbín y Arturo Frondizi.

La distancia entre ambos, cada vez mayor, los llevó paulatinamente a partir el partido en dos: la Unión Cívica Radical, bajo el liderazgo de Balbín -profundamente antiperonista- y la Unión Cívica Radical Intransigente, comandada por Frondizi, partidario del diálogo y la conciliación.

La Revolución Fusiladora llamó a elecciones de convencionales constituyentes para reformar la Constitución de 1949. El primer lugar fue para el voto en blanco, posición que tomaron los peronistas ante la proscripción de su partido. La UCR balbinista obtuvo el 23 por ciento y el sector frondizista alcanzó el 20 por ciento.

Al terminar el escrutinio los intransigentes entendieron que su única posibilidad de llegar al gobierno en 1958 -la Fusiladora había anunciado la convocatoria a elecciones presidenciales- era pactando con el peronismo. De eso se ocuparon los secretarios de Frondizi y Perón. El pacto llevó al radical al gobierno

Durante su presidencia, Frondizi implementó un ambicioso programa de desarrollo económico conocido como "desarrollismo". Este modelo buscaba industrializar el país y atraer inversiones extranjeras, especialmente en sectores clave como la energía y la infraestructura.

Uno de los puntos más destacados fue la firma de contratos con empresas extranjeras para la explotación petrolera, un movimiento que buscaba reducir la dependencia energética de Argentina. Aunque estas medidas generaron críticas por contradecir sus antiguas convicciones, Frondizi defendió su visión de modernización económica.

Su mandato enfrentó conflictos sociales y económicos, incluyendo una creciente inflación y protestas laborales. La renuncia de su vicepresidente, Alejandro Gómez, y el debate entre educación libre o laica polarizaron aún más a la sociedad argentina.

Por otro lado su relación con las Fuerzas Armadas fue complicada, ya que sectores militares desconfiaban de su acercamiento al peronismo. Estas tensiones, sumadas a la presión militar y los conflictos políticos, llevaron a su derrocamiento en 1962, marcando el fin de un gobierno que buscaba transformar Argentina.

Tras su caída, Frondizi se dedicó a la reflexión y la escritura, manteniéndose activo en el ámbito intelectual y político hasta sus últimos días. Arturo Frondizi dejó un legado de lucha por el desarrollo y la modernización, enfrentando adversidades con una visión que trascendió su tiempo.

Su vida y obra siguen siendo un punto de referencia para quienes buscan entender los desafíos de liderar en tiempos de cambio.

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