Economía y Empresas
Ahora sí, se acabaron los problemas

VIDEO | ¡Ponete a laburar, vago! Adorni festejó la quita de impuestos a videojuegos y se prepara para viciar a full

La medida fue anunciada por el “bobocero” Manuel Adorni, un asiduo player del Age of Empires y otros clásicos dosmileros del mundo gamer. “Gran noche para unas partidas de Counter Strike 1.6", celebró. (Dibujo: NOVA)

Como signo de la decadencia absoluta en la que se encuentra sumida la Argentina, se puede señalar que el último gran “logro” del Gobierno de Javier Milei, anunciado como una especie de panacea para el desastre económico, es nada más ni nada menos que la quita de impuestos para plataformas digitales por las que se venden videojuegos.

Por muy ridículo que parezca, la medida parece orientada a favorecer a uno de los sectores de la sociedad en la que se percibe un alto componente de votantes de Milei, los “gamers”.

Se trata de un estrato que si bien es diverso y variopinto, cuenta con una importante presencia juvenil que en los días de campaña fue caracterizada como el típico caso del egoísmo desconsiderado y sin cerebro, resumido, más o menos, en el argumento de que votaban a Milei para poder comprar juegos más baratos, bajo la ilusión de que la libertad de mercado los favorecería.

De este modo, la resolución que fue emitida por ARCA y confirmada en redes sociales por uno de los funcionarios de Milei más ligados al mundo gaming, el “bobocero” presidencial Manuel Adorni, implica la quita de un impuesto del 30 por ciento a los juegos adquiridos por plataformas digitales internacionales, cuyos precios se pagan en dólares.

"Las plataformas de ‘gaming’ son servicios digitales, y como tal estaban alcanzadas por el 21 por ciento de IVA y el 30 de percepción. ARCA acaba de firmar una RG por medio de la cual queda eliminada la percepción del 30 por ciento en las transacciones que se realicen en dichas plataformas a través de tarjetas de crédito en moneda extranjera", explicó Adorni, bien informado en la materia.

Y es que claro, el “bobocero” es un veterano y renocido jugador del Age of Empires, glorioso juego de estrategia, valorado mayormente por aquellos que crecieron entre los 90 y la primera década del 2000. El player resumió su alegría en una frase que resultará significativa para los gamers de la vieja escuela: “Gran noche para unas partidas de Counter Strike 1.6".

Te cortan un brazo con la motosierra y después te quieren sanar con una curita

Sin embargo, pese a una presunta cercanía de la comunidad gamer con Milei, este sector fue uno de los que primero sufrió en carne propia el paso de la motosierra.

Como bien se señaló anteriormente, la mayoría de los juegos que se “vician” online se compran por medio de plataformas internacionales, y los costos están en dólares. En países como Argentina, donde además de existir una fuerte carga impositiva hay una larga diferencia entre el valor de la moneda yanqui y el peso, los costos pueden resultar abismales.

En este sentido, hay que remarcar que las compras que se realizan con tarjeta están sujetas a la cotización oficial del dólar, y no con el valor del “blue” que se maneja en los mercados paralelos. Esto significa que cada vez que el Gobierno devalúa, los precios de los juegos aumentan diametralmente para los argentinos.

Teniendo esto en cuenta, la devaluación inicial que aplicó “Jamoncito” tuvo un impacto terrorífico en los precios de las tiendas online: de una cotización de 400 pesos, el Gobierno pasó a fijar el valor oficial en 820 pesos, algo que se trasladó directamente al costo de los videojuegos, resultando en aumentos de alrededor del 120 por ciento. Y para echarle nafta al fuego, en ese entonces, los impuestos a las compras en dólares con tarjeta seguían siendo igual de pesados que durante el Gobierno de Alberto Fernández.

De igual modo, pero con una suba menos marcada, la “flotación entre bandas” del dólar anunciada tras la quita del cepo es también en cierto modo una devaluación, dependiente del precio en el que se acomode la divisa yanqui. En caso de que el dólar llegue al tope establecido de 1400 pesos, sería del 30 por ciento.

En resumen, la quita de un 30 por ciento anunciada se ve empañada por reciente aumento de precios generado por la devaluación. En definitiva, la baja de los precios no será realmente del 30 por ciento sino que fluctuará al ritmo del dólar, y en el peor de los casos, podría ser nula.

Esto, claro, sin tener en cuenta que el salto brutal de la primera devaluación de Milei no tiene vuelta atrás, debido a la distancia abismal que existe entre el precio dólar oficial de la era Fernández y el actual.

Habrá que ver si la comunidad gamer está dispuesta a aceptar que le pongan una curita como consuelo ante la herida producida por la motosierra, pero es evidente que el daño causado por Milei no es ni de cerca proporcional al paliativo anunciado en esta ocasión.

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