El Instituto Antártico Argentino, la apuesta de Perón por la ciencia y la soberanía

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
En un contexto de creciente interés por el continente antártico el 17 de abril de 1951, Juan Domingo Perón firmó el Decreto 7338/51 que dio origen al Instituto Antártico Argentino, una institución pionera en la investigación científica en el territorio más austral del planeta.
Desde su fundación, el IAA ha sido la piedra angular de la política antártica argentina.
Su función principal es la investigación científica y técnica en la región, promoviendo estudios sobre geología, biología, meteorología y diversas disciplinas fundamentales para comprender el ecosistema polar.
Además, el instituto asesora al gobierno en temas estratégicos sobre la presencia argentina en la Antártida y en el cumplimiento de los compromisos internacionales derivados del Tratado Antártico, firmado en 1959.
El impulso de Perón para crear el IAA estuvo motivado por múltiples factores.
En primer lugar, la necesidad de consolidar la soberanía sobre los territorios australes en un momento de creciente disputa internacional.
En segundo lugar, el convencimiento de que la ciencia debía ser una herramienta central en el desarrollo de la nación.
Por ello, el decreto de fundación establecía la misión de coordinar y ejecutar investigaciones permanentes en el continente blanco, evitando que la presencia argentina quedara supeditada exclusivamente a cuestiones diplomáticas o militares.
A lo largo de las décadas, el IAA ha atravesado distintas etapas de gestión. En sus primeros años, estuvo bajo la órbita del Ministerio de Asuntos Técnicos, antes de pasar al Ministerio de Marina en 1956.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el instituto lideró iniciativas clave, como el estudio de glaciares, el análisis de la fauna antártica y la meteorología polar, posicionando a Argentina como una de las naciones más activas en la investigación de la región.
En la actualidad, el IAA depende de la Dirección Nacional del Antártico, bajo el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y mantiene su sede en el campus de la Universidad Nacional de General San Martín, en la provincia de Buenos Aires.
Su trabajo sigue siendo fundamental para el desarrollo de la ciencia en la Antártida, colaborando con organismos internacionales y manteniendo bases de estudio en la región.
La fundación del Instituto Antártico Argentino fue una estrategia geopolítica y científica que aún hoy define el rol del país en el continente blanco.
A más de siete décadas de su creación, el legado de Perón sigue vigente en cada estudio, en cada expedición y en cada acción destinada a garantizar la presencia argentina en la Antártida.