La reunión, que se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, tuvo lugar un día después de que Carlos III declarara públicamente estar rezando por la salud del pontífice. El encuentro originalmente había sido programado para el 8 de abril, pero fue pospuesto por el estado delicado del papa.

La visita a la Santa Sede forma parte del primer viaje oficial del rey Carlos III a Italia desde su coronación en 2022. Durante su estancia, el monarca también ofreció un discurso histórico ante el Parlamento italiano, convirtiéndose en el primer soberano británico en hacerlo. En su intervención, hizo un llamado a la vigilancia frente a las amenazas a la estabilidad global: “La paz no puede jamás darse por descontada”, advirtió.

Haciendo alusión a los ecos de guerras pasadas y a la tensión contemporánea marcada por la invasión rusa a Ucrania, el distanciamiento anglo-europeo tras el Brexit y los efectos del legado de la administración Trump, el rey sostuvo: “Nuestras jóvenes generaciones ven en las noticias y sus teléfonos que la paz no puede jamás darse por hecha”.

La visita del monarca y la reina Camila (quienes celebran en estos días su vigésimo aniversario de bodas) continuará con un banquete de Estado ofrecido por el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal. Esta gira oficial reafirma el compromiso diplomático del Reino Unido con Europa continental en un contexto global marcado por la incertidumbre.