
Un estudio reciente posicionó a Perú en el top ten mundial de países con mayor número de personas adictas al sexo. El dato sorprendió y encendió el debate sobre este trastorno poco visibilizado pero con alto impacto en la vida cotidiana de quienes lo padecen.
La adicción al sexo, también conocida como hipersexualidad, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o género. Este comportamiento se manifiesta en la incapacidad de controlar impulsos sexuales, la búsqueda constante de gratificación y la interferencia con actividades laborales, familiares o sociales.
🚨I #ÚLTIMAHORA | La Organización Mundial de la Salud clasifica a la adicción al sexo como una "enfermedad mental". 🔥 pic.twitter.com/PAwaW8dIFA
— 🔰Guardianes Patrióticos (@Patrioticos_RD) November 20, 2024
Los especialistas consultados alertan que, lejos de tratarse de un exceso de deseo o apetito sexual, la hipersexualidad es un trastorno psicológico que requiere tratamiento profesional. En muchos casos, está vinculado a situaciones de ansiedad, depresión, baja autoestima o traumas no resueltos.
La buena noticia es que existen opciones terapéuticas para abordarlo, como el acompañamiento psicológico, el uso de medicación en casos específicos, y la participación en grupos de apoyo. La clave está en reconocer los síntomas, dejar de estigmatizar el problema y buscar ayuda a tiempo.