Como parte de los actos oficiales del día, el rey Carlos se reunirá en Roma con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la Villa Doria Pamphilj. Por su parte, la reina Camila visitará una institución educativa en compañía del British Council. La jornada incluirá además un discurso del monarca ante el Parlamento italiano, una mesa redonda con líderes empresariales y representantes de los gobiernos británico e italiano, y concluirá con una cena de Estado en el Palacio del Quirinal. A pesar de la intensa agenda, todo apunta a que no faltarán guiños a su aniversario durante la jornada.

Una historia marcada por el escándalo, la paciencia y la transformación

La relación entre Carlos y Camila se remonta a principios de los años 70, cuando se conocieron en un partido de polo en Windsor Great Park. Desde entonces, su vínculo ha estado lleno de obstáculos. El noviazgo se vio interrumpido por el servicio militar de Carlos en la Royal Navy, y al regresar, encontró que Camila había retomado su relación con Andrew Parker Bowles, con quien se casaría en 1973.

El príncipe de Gales, por su parte, contrajo matrimonio con Diana Spencer en 1981, en una boda que capturó la atención mundial. Sin embargo, la relación entre Carlos y Camila nunca se disolvió por completo. En 1986, ambos reanudaron su romance, pese a estar aún casados con sus respectivas parejas. El escándalo estalló en 1992, cuando se filtraron grabaciones de conversaciones privadas entre ellos, generando una crisis sin precedentes en la monarquía británica.

Dos años más tarde, Carlos admitió públicamente su infidelidad. Diana también reconoció haber mantenido una relación extramatrimonial, y el divorcio se concretó en 1996. La trágica muerte de Diana en 1997 obligó a la pareja a mantener su relación fuera del foco mediático durante un tiempo, pero lentamente comenzaron a aparecer juntos en eventos oficiales.

El giro de la opinión pública y el respaldo de la Reina Isabel II

Con los años, la percepción pública sobre Camila fue cambiando. En 2005, finalmente, la pareja contrajo matrimonio en una discreta ceremonia civil en el Ayuntamiento de Windsor, seguida de una bendición religiosa en la Capilla de San Jorge. La reina Isabel II no asistió al enlace civil, pero sí a la ceremonia religiosa, en un gesto que fue interpretado como una muestra de aceptación.

En 2022, durante su Jubileo de Platino, Isabel II expresó su deseo de que Camila fuera reconocida como reina consorte cuando Carlos asumiera el trono. Ese respaldo oficial marcó un antes y un después en la historia de la pareja, otorgando legitimidad a una relación que por décadas fue objeto de polémica.

Desde la muerte de la reina Isabel y especialmente tras el diagnóstico de cáncer de Carlos a inicios de 2024, Camila ha desempeñado un papel central en la vida pública del rey y en la continuidad institucional de la monarquía.

Este miércoles 9 de abril, en Roma, Carlos y Camila no solo celebran un aniversario, sino también el cierre de un ciclo: el triunfo de una relación que desafió las convenciones, soportó el peso de la tradición y encontró su lugar, finalmente, en la historia de la realeza británica.