El retorno de Robert Downey Jr. al Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha sacudido a los fanáticos, pero no por volver como Iron Man, sino por asumir el papel de Victor Von Doom, el temido Doctor Doom, en las próximas cintas de ‘Vengadores: Doomsday’.

Este giro plantea un desafío colosal para el actor, quien deberá desprenderse de la sombra de Tony Stark, un personaje que marcó una era con su carisma y sarcasmo, para dar vida a un villano radicalmente distinto.

Por más de diez años, Downey Jr. fue el corazón del UCM con su interpretación de Iron Man, un genio multimillonario cuya arrogancia y humor lo convirtieron en un ícono. Ahora, como Doctor Doom, debe evitar que este nuevo rol se perciba como una variante de Stark con armadura verde.

Doom, un monarca que fusiona ciencia y magia, exige una presencia seria, autoritaria y amenazante, alejada del tono ligero y bromista de su anterior personaje. Su ego descomunal y su sentido de deber hacia su pueblo lo llevan a enfrentarse incluso a deidades, un contraste con el playboy redimido que fue Tony.

El éxito de Downey Jr. dependerá de abandonar su característico sarcasmo por una actitud fría y calculadora. Aunque ambos personajes comparten inteligencia y ambición, Doom no busca risas, sino imponer respeto y temor con cada gesto.

En su carrera, el actor ha mostrado versatilidad, pero ningún papel se alinea del todo con este villano. Su Sherlock Holmes (2009, 2011) fue un genio excéntrico, pero demasiado jocoso; Lewis Strauss en ‘Oppenheimer’ (2023) le permitió explorar una faceta manipuladora que podría ser un punto de partida; y Kirk Lazarus en ‘Tropic Thunder’ (2008) destacó su habilidad para transformaciones profundas. Reinventarse será clave para que Doctor Doom brille por sí mismo.