
No hay grieta que resista un interés en común. Horacio Rodríguez Larreta, el exjefe de Gobierno porteño que se llenó la boca hablando de "república" y "transparencia", hoy hace exactamente lo que siempre criticó: un pacto bajo la mesa con el Gobierno de Javier Milei. El objetivo es claro: debilitar al PRO, su ex partido, para quedarse con un pedazo del poder.
Esto no es estrategia política. Esto es política sucia, del tipo que Larreta decía combatir. Pero cuando se trata de sobrevivir, los principios son lo primero que se tira por la borda.
"Milei es un salto al vacío, y no creo en nada de lo que propone"
— Editor✍ (@Editor_76) October 25, 2023
Horacio Rodríguez Larreta, y su opinión sobre Javier Milei de cara al Balotaje. pic.twitter.com/ZsgFJXOLHE
El juego de Larreta: traicionar al PRO para revivir
Larreta sabe que solo no llega a ningún lado. Por eso, en lugar de enfrentar a Milei, le hace el juego. Se reúne en secreto con Rodrigo Lugones, el operador de Santiago Caputo (el verdadero poder detrás del Gobierno), y acuerdan una tregua: él no pisa fuerte contra el Gobierno, y Milei no lo aplasta en la Ciudad. ¿El resultado? El PRO se parte en dos. Jorge Macri queda en el medio y Milei se frota las manos, porque un PRO dividido es un PRO débil.
La hipocresía de los discursos
Larreta habló años de "instituciones" y "diálogo", pero hoy negocia con un Gobierno que dinamitó el Congreso, ajustó a los jubilados y reprimió protestas. Milei, por su parte, prometió "arrasar con la casta", pero hoy hace pactos con uno de sus máximos exponentes.
El dinero detrás de la traición
Nada de esto sería posible sin plata. Y ahí aparece Augusto Marini, un empresario con negocios en el Estado y ganas de meter mano en las privatizaciones. Según fuentes, Marini estaría financiando a Larreta con un solo objetivo: asegurarse contratos jugosos, especialmente en el sector ferroviario.
Otra vez lo mismo: la política como negocio. Larreta se vende como "diferente", pero repite el libreto de siempre: aliarse con quien sea con tal de no desaparecer.