Perfiles Urbanos
Exclusivo de NOVA

VIDEO | Tamy Harps, la artista cordobesa que conquistó con sus melodías profundas y tuvo una vida de película

Tamara Soledad Rodríguez Funes, una mujer que derrocha energía conocida artísticamente como Tamy Harps.
Con sus hijas Alma y Luana.
Con sus hijas Alma y Luana.
Con su gran amor Pablo.
Con su gran amor Pablo.
Junto a sus padres y hermano.
Junto a sus padres y hermano.

En algún momento de su vida, cuando persiguió un sueño cruzó el charco animándose a la experiencia europea en España y allí la llamaban La Reina de la Armónica. En esta nueva edición que ya es un clásico de los domingos en NOVA contaremos la historia de Tamara Soledad Rodríguez Funes, una mujer que derrocha energía y supo construir una carrera artística digna de tomar como ejemplo si se tiene en cuenta que también tiene dos hijas, su propia casa, auto y proyecta comprar otra casa para dejarle una a cada hija.

Tamy Harps, como muchos la conocen en Córdoba por su nombre artístico comenzó la entrevista contando de dónde viene: "Mi mamá se llama Mirta Graciela Funes y mi padre, quien tocaba la guitarra de oído se llama Hugo Oscar Rodríguez. Tengo un hermano mayor que se llama Diego. Vivo con mis dos hijas, Luana de 8 años y Alma que ya tiene 13".

Sobre su infancia describió: "Quien siempre llevó adelante el orden de la casa fue mamá, a mí hermano lo llevaron a un colegio público pero cuando yo nací mi familia tenía un mejor presente económico y me pudieron llevar a un buen colegio privado”.

“Busqué muchas cosas para asemejarme a mi madre porque era una mujer muy empoderada. De ella aprendí que los sueños no son sólo imaginación sino que se trabaja todos los días para poder llegar a materializarlos", comentó.

Tamy continúo rememorando las enseñanzas de sus padres: “Creo que mi poder guerrero para conseguir lo que quiero viene de mi madre. Papá era el filósofo de la casa, recuerdo que con 12 años le pregunté para qué es la vida y él me respondió, ‘es el encuentro del equilibrio para no ser ni tan bueno ni tan estúpido como para ser una mala persona y que nadie te pase por encima’. De esa manera mis padres gestaron la búsqueda del equilibrio y me marcaron el camino por el que hoy sigo andando".

Completando la forma en la que sus padres la criaron con la profundidad que la caracteriza Tamara relató: "Mí madre tuvo una vida muy dura, su padre la vendió en un vagón de tren y mi papá tuvo que venir a la ciudad para buscar trabajo desde el campo”.

“Yo no los sentí responsables afectivamente desde la crianza pero no tengo duda que hicieron todo lo posible para darme lo mejor. Hoy como madre y siendo una mujer adulta puedo decir con humildad que gracias a la relación difícil que ellos tuvieron salí fortalecida", explicó.

Una anécdota muy representativa que describe su carácter fuerte y rebelde ante el abuso sucedió cuando recién empezaba el secundario. "Cuando iba a primer año sufría mucho bullying y mi madre por haber tenido la experiencia del abandono y la violencia me entendió cuando le pedí que por favor me cambiara de colegio. Le rogué salir de ese lugar porque no lo aguantaba más", contó.

Luego Tamara habló sobre su entrada a la adultez: “Cuando tenía 22 años mis padres se separaron, yo me fui a vivir con mamá que tenía depresión y unos meses antes había conocido a Pablo, mi novio que se fue a España”.

“En ese momento ya trabajaba y daba clases de armónica; no soporte más la presión y le dije a mi pareja que me iba a Buenos Aires a probar suerte, él me dijo que no vaya sola, ‘veníte a España aunque sea por un mes y probas para saber qué querés hacer de tu vida’”, contó Tamara y agregó: “Ese mes terminaron siendo 9 años”.

La vida profesional de la protagonista de esta historia es de película, sin un currículum compartió desde la música con grandes figuras consagradas como Pappo Blues, La Renga, Luis Robinson, Pol Castillo Blues Band, Las Hijas de Piaf y hasta en su experiencia española fue telonera de la banda Estopa. En la actualidad toca la armónica para la banda cordobesa de Blues Rock Funk Profundo Carmesí.

Con respecto a sus primeros encuentros con las melodías que marcarían su vida y sin ninguna duda su pasión, Tamy Harps comentó: "A los 7 años me regalaron un piano, yo siempre andaba inquieta molestando para que me enseñaran, luego me llevaron a un coro de niños cantores pero yo era muy tímida y ya entrando a la adolescencia cantaba las canciones de moda en el pop de aquella época como las de Cristina Aguilera”.

“En el 2001 me inscribieron a un programa de talentos folclóricos llamado a La Casa del Trovador y llegué a la final, al año siguiente también me inscribí pero no para cantar sino por melodías y conocí a la banda La Sorda, donde terminé tocando”, contó Tamara.

Al hablar del amor de pareja en esta edición de Perfiles Urbanos NOVA, Tamara Rodríguez guarda en un pedacito dorado de su corazón a quien describe como el amor de su vida. "Aprendí a tocar la armónica para enseñarle a mí hermano que me pedía, y allí fui a aprender con Pablo, con quién compartí 9 años de mi vida con sueños, viajes, objetivos y momentos inolvidables que también terminaron de manera dolorosa por su muerte”.

Por intermedio de uno de sus alumnos de armónica Tamara debutó en los escenarios del rock con la banda más convocante de la actualidad. "Rulo era el asistente de José Palazzo, esa noche yo iba a ir a tocar con la banda La Sorda y sería mí primera vez en un escenario pero por timidez preferí ir a ver La Renga, cuando entré y me crucé mi alumno me dijo, ‘profe tengo un regalo para vos’, yo pensé que me iba a regalar una cerveza pero no, me hizo ir al costado del escenario, me dijo ‘tengo que ir a buscar algo ya vuelvo pero no te vayas’”.

“En ese momento vino alguien del staff de la banda y me dijo ‘¿vos te llamas Tamara y tocas la armónica?’, yo congelada de nervios le dije ‘sí’, entonces me dijo afiname esta armónica que tengo que tocar y me hizo subir al escenario, yo le dije está perfecta pero cuando estaba por empezar el Chizo a cantar “Cuando Estés Acá” me miró y me dijo ‘dale flaca vamos’, totalmente asustada le dí la espalda al público, miré la batería y arranque, el destino está marcado y ese día tenía que ser mí debut en los escenarios ".

Retomando el diálogo hacia la profundidad existencial de la música y la armónica en la vida de Tamara Rodríguez la protagonista de esta entrevista expresó desde el corazón: “Por mí hermano la armónica apareció en mi vida, al ser mayor que yo utilicé el instrumento como un método para acercarme a él, recuerdo que un día una compañera trajo la armónica al trabajo y me dio una tarjeta de Pablo, luego de la primera clase fuimos a comer unas pizzas y me enamoré, aprendí mucho de la vida de él, al principio la relación fue de varios años siendo amigos con derecho hasta que se convirtió en un noviazgo ".

Luego agregó: "Me dio los momentos más hermosos de mi vida, me escuchó siempre y me enseñó el poder para perseguir mis sueños. Él era muy sabio y compartimos lo mejor que un hombre me podía regalar en una relación: lealtad y transparencia".

Con la experiencia de ese vínculo Tamy Harps se vio inspirada a componer muchas canciones y melodías que hoy son un éxito del blues y el rock en Córdoba.

Esta experiencia personal y musical le abrió las puertas profesionalmente cuando vivió en España. "De miércoles a domingo hacía dos o tres conciertos por día, participé en varias bandas y en el 2007 me calificaron como la mejor armonicista representando a Argentina, también gané importantes premios por una canción que compuse en el 2008 llamada Destinado a Ser Así. En cada nota describía ese amor con Pablo, yo había ido a España sólo a vivir una experiencia pero él y la relación me llevaron a cumplir un sueño y poder vivir de la música”.

Relatando con la transparencia y sinceridad que la caracteriza que es el arte Tamara comentó: "Cuando murió por el cáncer yo quería mantenerlo vivo a través de la música y me hace muy humana sentir que el arte es el puente para expresar los sentimientos, tanto la dolencia como los amores se expresan a través del arte y es lo hago desde hace muchos años con mí música".

Más allá de tener una profunda conexión con la armónica que es su instrumento principal Tamy Harps también toca el saxo, el piano, la guitarra e instrumentos de percusión. A su vez es vocalista y compositora.

Desde aquel sabio consejo de su padre respondiéndole qué es la vida hasta este presente con 42 años la protagonista de esta nueva edición de Perfiles Urbanos NOVA, describe el sentido de la vida espiritualmente y mirando hacia adentro: "No vale la pena, en el sentido literal de la palabra, para mí vale la experiencia de vivirla, pudiendo intentar cumplir nuestros sueños, esa es mi mirada y camino para reconstruirme cotidianamente por ese sendero".

Tamara Soledad Rodríguez Funes es dueña de un espíritu tan rebelde como empoderado, de una lealtad y transparencia llena de códigos y valores que cada vez son más difíciles de encontrar en un ser humano pero también tiene un talento increíble producto de su gran pasión y conocimiento para hacer y tocar música como así también para enseñarla.

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