Daniel Di Giacinti, la vida de un platense marcada por la militancia y la resistencia: "Perón me salvó la vida"





La historia de Daniel Di Giacinti es, en muchos sentidos, la historia de una generación.
Una generación que creció entre contradicciones familiares, que se formó en la militancia política de los años 70, que sobrevivió a la dictadura y que encontró en el peronismo no solo una ideología, sino una cultura.
Su relato es un viaje por la Argentina del siglo XX y XXI, un país que se debate entre la esperanza y la desilusión, entre la lucha y la resistencia.
Una familia dividida, una identidad en construcción
Daniel Di Giacinti nació en el seno de una familia profundamente dividida. "La mitad de mi familia y mis padres eran profundamente antiperonista, enfrentada con otra mitad que era profundamente peronista", contó Daniel a NOVA. Esta división, sin embargo, no era algo que se discutiera abiertamente en su hogar. "Yo me enteré de esto recién en la adolescencia, porque en aquella época nunca se hablaba de política", recordó.
Su padre, del Partido Socialista Democrático, y su madre, radical de la línea balvinista, como él la describe, le transmitieron una visión crítica del peronismo. "Mamé todas las prédicas antiperonistas que uno conozca", dijo.
Pero la historia familiar también estaba llena de mitos y relatos que, con el tiempo, Daniel descubriría que no eran más que eso: mitos. "Recuerdo que mi madre me hablaba de que le habían obligado a poner luto por la muerte de Evita, que la habían dejado en el agua, en la calle. Cuando le pregunté a una tía mía, ella me dijo: 'Eso lo tenés que conversar con tu mamá'. Ahí me di cuenta de que era mentira", relató.
Los años 70: militancia, Perón y la lucha armada
Daniel no llegó al peronismo por herencia familiar, sino por convicción propia. "Yo entro al peronismo por la generación de los setenta, con el regreso de Juan Domingo Perón", explicó. En el secundario, se sumó a una agrupación que era la periferia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), una de las organizaciones guerrilleras de la época. "Las agrupaciones políticas universitarias estaban muy relacionadas con las experiencias guerrilleras", comentó el entrevistado a NOVA.
En La Plata, donde estudiaba, el movimiento estudiantil era un hervidero de ideas y acciones. "La expresión universitaria de las FAR era el Frente de Agrupaciones de la JP, donde militaba Cristina Fernández. Y la otra agrupación peronista era la periferia de los Montoneros", recordó. Fue en ese contexto que Daniel vivió uno de los momentos más impactantes de su vida: el regreso de Perón y su posterior enfrentamiento con la izquierda peronista.
"El 1 de mayo fuimos a la plaza cuando nos echó Perón, y yo me quedé muy dolido con eso", confesó. Ese dolor lo llevó a alejarse de la agrupación, una decisión que, paradójicamente, le salvó la vida. "Cuando volví, me habían degradado. Esa degradación logró que, cuando llegó el enfrentamiento final, yo estuviera en la periferia de la organización. Y eso me salvó la vida", dijo.
La dictadura: pérdidas, huidas y reinvenciones
La dictadura militar de 1976 marcó un punto de inflexión en la vida de Daniel. Su hermano, su cuñada y muchos de sus amigos no tuvieron la misma suerte que él. "Mi hermano siguió militando sin pausa y cayó en un enfrentamiento en Villa Ballester. Mi cuñada y ellos decidieron, cuando se acabaron las balas, matarse con dos granadas", relató con emoción.
Daniel huyó de La Plata y recaló en un barrio obrero de La Matanza, en el Gran Buenos Aires. Allí descubrió un peronismo distinto al que conocía. "En ese barrio, el peronismo no era político, era cultural. Entendí lo que el peronismo era: una fuerza cultural profundísima, ligada a la experiencia de los trabajadores", explicó.
La escritura como militancia
Después de la dictadura, Daniel encontró en la escritura una forma de continuar su lucha. Junto al historiador José María Rosa, se sumó a la revista Línea, una publicación que enfrentó a la dictadura desde la palabra. "Con él empecé a escribir mis primeras notas, en otra revista", recordó.
Su obra más destacada, “Perón: 30 años que conmovieron la política argentina”, fue un grito de reafirmación peronista en tiempos de desmembramiento del movimiento. "Era una obra en fascículos que hicimos durante tres años. Fue un trabajo enorme, pero necesario", dijo.
El kirchnerismo y la crítica constructiva
Daniel acompañó el proceso de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner con una mirada crítica pero esperanzada. "Néstor recuperó cosas muy importantes del peronismo, como poner al Estado al servicio de las tres banderas: justicia social, independencia económica y soberanía política", comentó. Sin embargo, también señaló las limitaciones del kirchnerismo.
La cultura bajo ataque
Consultado sobre la situación actual de la cultura en Argentina, Daniel no dudó en criticar al gobierno de Javier Milei. "Es la expresión de un 'que se vayan todos'. Es un personaje inclasificable, el Calígula de la pampa", dijo con ironía.
Para él, el ataque a los artistas e intelectuales es parte de una degradación más profunda del sistema político. "Estamos viviendo una crisis grave del sistema, donde las ideologías se inventan en función de focus groups y el hombre se infantiliza", explicó.
Un legado de resistencia
La vida de Daniel Di Giacinti es un testimonio vivo de la Argentina del siglo XX y XXI. Desde su militancia en los 70 hasta su labor como escritor e historiador, su trayectoria refleja las luchas, las pérdidas y las esperanzas de una generación que no se rinde.
"El peronismo no es un partido dentro de la democracia liberal, es otra democracia", concluyó. Y en esa idea, en esa búsqueda de una democracia más justa y popular, sigue trabajando.
Daniel no es solo un escritor o un militante. Es, sobre todo, un sobreviviente que sigue luchando por aquello en lo que cree. Y en su historia, como en la de muchos otros, late el corazón de un país que no deja de buscarse a sí mismo.