Provincia de Buenos Aires
Panorama Político

Fugas por goteo: Macri pierde valor y no le encuentra la vuelta al PRO bonaerense

Mauricio Macri se agarra los pelos antes el violáceo de las marcas de sus principales dirigentes, como el del diputado Cristian Ritondo. (Dibujo: NOVA)

Mauricio Macri comenzó una encerrona y quiso mostrar una carta más. Busca diferenciarse del presidente Javier Milei con criticas sobre el rumbo de la economía y buscó una foto con el radicalismo bonaerense, aunque la interna le impidió una foto con caudal político y los problemas internos de los correligionarios hace que se dilaten los problemas para el expresidente.

Pero lo que realmente preocupa a Macri es la rebelión interna que tiene dentro de Propuesta Republicana (PRO), mientras las principales espadas de La Libertad Avanza (LLA) trabajan en acercar dirigentes que simpatizan con el calor del poder que hoy irradia cerca de Javier y Karina Milei.

Durante los últimos días, Sebastián Pareja, ya catalogado como la mano derecha de la hermana presidencial y el armador político de La Libertad Avanza, desarmó los bloques del PRO en dos de los distritos más grandes del Conurbano y uno de los gigantes del sur.

Por un lado, arrebató concejales en La Matanza, Almirante Brown y Lomas de Zamora. Además, se llevó ediles en Bahía Blanca, Villa Gesell y Carmen de Patagones.

Esa fuga fue oficializada como es habitual: Una foto de los dirigentes junto a Pareja y Alejando Carrancio o Diego Valenzuela, dos de los que piensan la política para el subsecretario de Integración Socio Urbana.

En contraposición a eso, Macri se apoya en los dirigentes sub 40, que vivieron al calor del PRO el poder y nacieron con Mauricio como líder único del espacio. Las mediaciones en ese liderazgo hacen que muchos de esos dirigentes se empoderen, por lo que el termómetro interno del partido amarillo está en alerta.

La semana pasada, Julio Garro intentó un acercamiento con el radicalismo bonaerense para tener una foto con volumen político para imitar una tercera vía. Sin embargo, la tragedia de Bahía Blanca pospuso la reunión que viene floja de convocatoria.

“Vamos a ir a La Plata el martes a tener una reunió política, pero no vamos a sellar ningún acuerdo”, le dijo uno de los dirigentes importantes del radicalismo, sorprendido con la falta de coordinación del PRO, aunque lejos de la idea de una convergencia con La Libertad Avanza.

Macri tiene otro problema. La resistencia de sus principales dirigentes. Por un lado, el jefe de la bancada de Diputados, Cristian Ritondo, se embandera en la defensa de las políticas del presidente Milei y resiste ante un posible acuerdo electoral.

Por otro lado, Diego Santilli, el diputado amarillo que mejor mide en la Provincia de Buenos Aires, incluso por encima de la marca PRO.

Santilli, además, salió en una defensa corporativa en los últimos días sobre el accionar del Gobierno en la pelea que se dio en el Congreso por la marcha de los jubilados.

Otro de los hombres fuertes, Guillermo Montenegro, tuvo un guiño del propio Santiago Caputo, quién lo seduce para que sea el encargado de implementar su Plan Anti Trapitos del lado libertario.

“Queremos usar tu modelo de Mar del Plata en todo el país”, elogió el asesore presidencial, lo que fue música para los oídos del alcalde de la tercera ciudad con más votantes de la Provincia.

Así las cosas, los problemas del PRO generan ansiedad en los dirigentes de tercer nivel y apuran su pase a La Libertad Avanza antes que el libro de pases se cierre. Nadie quiere quedar a merced de un capricho de Mauricio Macri en cerrar filas con el radicalismo, pese a la negativa del propio expresidente, para no ceder en su orgullo típico de Tano.

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