Por fortuna, en este difícil momento, Gatti no está solo. Su hijo Federico, quien se encontraba en Argentina, lo acompaña en el hospital, mientras que Lucas, otro de sus hijos, regresó al país tras estar en el exterior. La familia atraviesa esta crisis apenas meses después de que, en junio pasado, el exfutbolista sufriera la dolorosa pérdida de Nacha, su pareja.

En los últimos años, Gatti se mantuvo activo en los medios, especialmente en el programa español El Chiringuito, donde sus declaraciones explosivas lo llevaron a protagonizar momentos virales. En diciembre, en una entrevista con La Nación, sorprendió al elogiar a Juan Román Riquelme, actual presidente de Boca: "Sabe mucho de fútbol. A mí me tapó la boca. No hay que enfrentarse a él porque perdés. Tiene poco vocabulario, pero te liquida con velocidad mental". Estas palabras reflejaron su admiración por el exjugador, con quien compartió una conexión futbolística especial.

No es la primera vez que "El Loco" enfrenta una batalla por su salud. En 2020, durante la pandemia, contrajo coronavirus y estuvo al borde de la muerte. Tras superar aquella crisis, con su característico humor afirmó: "Me han matado en todos lados, pero yerba mala nunca muere". Hoy, sus seres queridos y fanáticos esperan que esa resiliencia lo ayude a salir adelante una vez más.