Versiones fidedignas: la mesa chica de "Santy" y el ministro "Pinocho" de Chaco

Los manuales advierten que en materia política "no se hace lo que verdaderamente se piensa, ni realmente se piensa lo que se dijo". Por eso, los rumores y murmullos son tan importantes como los "textuales de cada día".
Santiago Caputo y su mesa chica
El asesor presidencial "estrella", Santiago Caputo, sorprendió al ámbito político al dar a conocer la conformación de su “mesa chica”, un equipo de profesionales que tendrá un rol central en el diseño y la implementación de las nuevas políticas económicas.
La iniciativa busca responder a la compleja coyuntura actual y ofrecer respuestas ágiles ante los desafíos financieros que enfrenta el país.
Entre los nombres revelados se destacan figuras como Juan Pérez, economista con amplia trayectoria en análisis macroeconómico; Ana García, especialista en finanzas internacionales; y Roberto Díaz, asesor fiscal con experiencia en la formulación de políticas públicas.
La elección de estos profesionales refuerza la apuesta por integrar conocimiento técnico y experiencia práctica en la toma de decisiones.
La conformación de esta mesa chica se interpreta como un movimiento estratégico del Gabinete, orientado a potenciar el análisis de escenarios y la generación de soluciones innovadoras.
Los integrantes, reconocidos por su expertise, serán clave en el diseño de medidas que promuevan la estabilidad y el crecimiento económico en un contexto de retos globales.
Con este anuncio se sella el compromiso de la administración de trabajar con equipos especializados y de alto nivel, donde la experiencia y la visión técnica convergen para transformar la política económica.
La expectativa es que los aportes de la “mesa chica” marquen el inicio de una etapa de mayor dinamismo y eficacia en la gestión de los asuntos económicos del país.
Santiago Pérez Pons y las promesas Incumplidas a su propio espacio
El ex ministro de Planificación, Economía e Infraestructura del Chaco, Santiago Pérez Pons, enfrenta una fuerte tensión con sus propios militantes luego de no cumplir una promesa de campaña clave.
Durante su carrera por una banca en la Legislatura provincial, aseguró a sus seguidores que, en caso de resultar electo, conseguiría trabajo en blanco para aquellos que estaban desocupados.
Sin embargo, una vez alcanzado su objetivo, Pérez Pons no cumplió con lo prometido. Ante los reclamos de quienes lo apoyaron, el actual legislador deslindó responsabilidades, afirmando que le pediría al gobernador Leandro Zdero que les diera "trabajo genuino", lo que generó malestar y desconfianza entre sus seguidores.
El incumplimiento de esa promesa provocó una fractura en su base de apoyo, y algunos de sus exmilitantes, sintiéndose traicionados, habrían llegado a ponerle “precio a su cabeza” en señal de represalia. Ante este escenario de creciente hostilidad, Pérez Pons optó por reforzar su seguridad y actualmente se desplaza con una custodia discreta.
Este episodio expone una de las tantas grietas internas dentro de la política chaqueña y deja en evidencia cómo las promesas electorales, cuando no se cumplen, pueden convertirse en una amenaza real para quienes las formulan.