Enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y leales a al-Assad dejan más de 640 muertos

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del gobierno interino y los seguidores del depuesto expresidente Bashar al-Assad han causado al menos 642 muertes en Siria, según la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR), que advierte que la cifra real podría ser aún más alta.
Las fuerzas gubernamentales han matado a 327 personas, entre combatientes armados y civiles, en el marco de una amplia operación de seguridad en varias aldeas de Latakia, Tartous y Hama, informó el grupo de monitoreo con sede en el Reino Unido. Por otro lado, los militantes leales a al-Assad han cobrado la vida de al menos 315 personas, entre ellas 148 civiles y 167 miembros de las fuerzas de seguridad, según el director de la SNHR, Fadel Abdul Ghani.
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— @lfonso🇲🇽 (@alfonso) March 9, 2025
Fuerzas leales al Presidente Assad de Siria y fuerzas federales del nuevo gobierno tienen enfrentamientos causando la muerte a 1,000 siriospic.twitter.com/Jq2O2yc9Rr #breaking
El presidente de transición de Siria, Ahmad al-Sharaa, en un discurso televisado, prometió perseguir a los responsables de los ataques contra el personal de seguridad gubernamental, aunque instó a sus tropas a evitar “respuestas excesivas o injustificadas”.
El Ministerio de Información sirio indicó que los remanentes del régimen de al-Assad han capturado a unos 300 miembros de seguridad del gobierno, mientras que docenas permanecen desaparecidos.
Organismos internacionales, incluido el Comité Internacional de la Cruz Roja, han expresado su preocupación por la creciente violencia, instando a ambas partes a tratar a los prisioneros con dignidad y a proteger las infraestructuras esenciales. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el cese de las hostilidades y advirtió sobre el riesgo de una escalada sectaria en el país.
La guerra civil en Siria, iniciada en 2011 como un levantamiento contra el régimen de al-Assad, ha dejado un saldo devastador de más de 300.000 muertos y una nación fracturada. Con el expresidente exiliado en Rusia, el país enfrenta el reto de estabilizarse en un contexto de profunda división y violencia.