Conocida en redes por exhibir una vida de lujo y dar consejos sobre inversiones en criptoactivos, Salazar fue capturada en diciembre de 2024 en el Aeropuerto Internacional de Córdoba, justo cuando intentaba viajar a Buenos Aires.

Según las investigaciones, junto a Nicolás Gionco, su supuesto cómplice, ofrecía a sus seguidores oportunidades de inversión con promesas de réditos mensuales en dólares de entre el 10 por ciento y el 12 por ciento.

El fraude habría afectado al menos a 11 personas, seducidas por la fachada de prosperidad que la influencer proyectaba online. Las denuncias revelan un daño económico que supera los 100 millones de pesos.

Este caso puso en el foco la responsabilidad de los influencers en temas financieros y ha reavivado el llamado a regular mejor el espacio digital para evitar engaños. Las autoridades instan a la ciudadanía a desconfiar y verificar antes de invertir.