Con la eliminación de esta herramienta, muchos argentinos se verán obligados a seguir trabajando más allá de la edad jubilatoria o a depender de programas sociales que no ofrecen la misma seguridad económica que una jubilación. Esta medida fue criticada por diversos sectores que señalan la falta de sensibilidad del gobierno hacia las realidades laborales del país.

Además, la decisión contrasta con las promesas de campaña de Milei, quien aseguraba que buscaría mejorar las condiciones de vida de los jubilados. Sin embargo, al restringir el acceso a la jubilación, parece que el gobierno prioriza el ajuste fiscal por sobre el bienestar de los ciudadanos que han contribuido al desarrollo del país.

En resumen, la eliminación de la moratoria previsional por parte del gobierno de Javier Milei representa un retroceso en materia de derechos sociales, dejando a muchos argentinos sin la posibilidad de acceder a una jubilación digna y obligándolos a enfrentar la incertidumbre en una etapa de la vida que debería estar marcada por la tranquilidad y el reconocimiento a años de trabajo.