El escenario de las tres patas del peronismo marca la dispersión que hay dentro de la principal fuerza opositora y en el Instituto Patria no logran dar con una síntesis para que Cristina Fernández de Kirchner quede derrotada ante la voluntad del gobernador bonaerense.

Es que Axel Kicillof, como mencionamos en soledad en NOVA, quiere que las elecciones generales sean el 21 de septiembre, con el nacimiento de la primavera, bajo la consigna que florezcan mil flores. Es que el clamor por “armar un frente más amplio” que comenzó el gobernador tendrá una parada en Mar del Plata el próximo sábado y tendrá una continuidad el 22 de febrero en la Segunda Sección Electoral.

Ese plan contempla que la Legislatura emule al Congreso y elimine las PASO a nivel provincial, considerando que no tiene el peso de la discusión nacional encima. El objetivo de Kicillof es doble: por un lado, el gobernador quiere transformarse en el jefe político del peronismo en la Provincia y que eso se traduzca en la defensa de su gestión en la Legislatura; por otro lado, busca blindar a los intendentes aliados para que no se llenen los Concejos Deliberantes de libertarios.

En un escenario similar, aunque en una fecha diferente, Sergio Massa propone desdoblar la elección y pasar al 9 de noviembre, dos semanas después del día que se lleven adelante las elecciones nacionales y aprovechar el envión de la campaña, la disputa en la Provincia. La idea del líder del Frente Renovador es “sintetizar” el enfrentamiento entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, y que nadie quede como victorioso.

Este escenario no convence a los intendentes por una sencilla razón: noviembre es lejos en el tiempo para llegar con Presupuesto para enfrentar la gestión y la campaña.

En el Instituto Patria analizan la posibilidad de jugarse por la opción de Massa. Algunos dirigentes ya dan por hecho el desdoblamiento y creen que “hay que salir lo menos herido posible en la discusión interna”.

La idea original de Cristina es que los comicios provinciales sean en consonancia con la elección nacional el 26 de octubre. La respuesta de la mayoría de los intendentes es sintética: “Apostar por la derrota es un error táctico para el 2027”.

Si el Senado de la Nación avanza en las próximas semanas con la eliminación de las PASO, la consecuencia será inmediata en la Legislatura y Kicillof dará a conocer personalmente su estrategia: eliminar las PASO e ir a las elecciones generales en septiembre, empujando la campaña bajo su hombro y poner en juego su gestión.