Las autoridades confirmaron que el sospechoso actuó solo y no tenía antecedentes policiales. Hasta el momento, no se ha identificado un móvil claro detrás del ataque, aunque la policía ha señalado que no existen indicios de terrorismo.

"Este es un incidente extremadamente trágico", declaró Roberto Eid Forest, jefe de la policía de Örebro. Por su parte, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, expresó su conmoción y calificó la jornada como "un día de profundo dolor para todo el país".

Testigos relataron momentos de pánico dentro de la escuela, donde algunos profesores intentaron resguardar a los alumnos mientras otros escapaban del edificio. "Vi a la gente arrastrando a los heridos, primero uno, luego otro. Me di cuenta de que era muy serio", contó Maria Pegado, una docente que evacuó a sus estudiantes del aula. Otra maestra, Lena Warenmark, recordó haber escuchado disparos en rápida sucesión antes de que la calma diera paso al caos.

Los hospitales de la región liberaron salas de emergencia para atender a los heridos, y el Hospital Universitario de Örebro informó que al menos cinco personas con heridas de bala estaban siendo tratadas, mientras que una sexta víctima presentaba lesiones leves.

La policía continúa investigando el ataque e identificando a las víctimas, mientras el país entero se encuentra en estado de conmoción. Suecia, conocida por sus bajos índices de violencia armada, enfrenta ahora el desafío de comprender cómo y por qué ocurrió esta tragedia.