
El estado crítico de los empleados públicos de diferentes edificios gubernamentales se ha vuelto casi una selva, llena de miedo y de reacciones inmediatas al ataque de las decisiones de Javier Milei.
Sucede que la mano dura en el Estado llegó, y aunque nadie quiere que se quede, en el proceso el miedo es gigante a tal punto que temen hacer reuniones gremiales.
1- Van a marchar por la vereda?
— Rodrigo Quiroga 🔬 (@rquiroga777) February 6, 2025
2- Han tenido los mismos aumentos que el resto. A reconocerse como empleados públicos, muchachos. https://t.co/j2U73Kf0Ix
Se abrieron retiros voluntarios a personal cercano a jubilarse, retiro obligatorio con buenos beneficios para aquellos con ciertos apercibimientos y buenos arreglos para aquellos que se quieran ir cansados de soportar el actual régimen.
Reglas claras. Todo empleado debe cumplir horario y se acabaron los almuerzos en locales en el exterior del recinto, se almuerza dentro de la cámara, y nadie puede salir a hacer alguna diligencia a la calle si no cumplió con cuatro horas de trabajo de su turno, quien saliera antes de ese tiempo se toma su día como inasistencia.
El regimen "libertario" apunta al desgaste, a dejar en el congreso una nómina de apenas más de 100 empleados públicos, y hacia allí apunta la cúpula oficialista.
"Todos están cagados. Los gremios no soportan más y quién tranza, está bien. Hay miedo de hacer reuniones gremiales, y sobre todo de que sepan que está todo mal con Milei", comentó la fuente consultada. Lo cierto es que dentro de la cámara, los empleados públicos temen a Milei.